una cita en Europa

7 2 0
                                    

KAREL

Finalmente las vacaciones comenzaron, durante 1 año he estado trabajando en una cafetería, además de a veces ser asistente de fotografía. También, he estado ahorrando dinero para poder viajar. Hace 1 mes que compré un boleto para Madrid. Quería sorprender a Violet al visitarla.

Han pasado casi dos años desde que nos vimos, y la extraño mucho. Previo al viaje, hablé con Jonatán al respecto, y, para mi sorpresa, decidió apoyarme en este viaje. Le pregunté por un buen restaurante y cafetería, y también le pedí la dirección de su casa (Violet vive en la casa de Jonatán), él fue muy amable conmigo, e incluso dijo que podía quedarme un par de días en su casa. Una vez que todos los detalles estuvieron resueltos, y de que hablara con mis padres, finalmente llegó el día para viajar.

Para ser honesto, estoy nervioso, hace un tiempo que no nos vemos, y no sé cómo me sentiré al tenerla frente a mí otra vez.

Elegí un outfit casual y cómodo para el viaje, y, obviamente tengo a mi cámara conmigo. Tomar fotos se ha vuelto un hobby, y la cámara es mi compañera de viajes y aventuras.

 Tomar fotos se ha vuelto un hobby, y la cámara es mi compañera de viajes y aventuras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El avión aterrizó a las 9:21 a. m., después de casi 10 años, estaba en Europa otra vez. Fue una mezcla de emociones, felicidad y nostalgia. Ya había estado en Madrid antes, pero el hecho de volver aquí se sentía extraño.

Desayuné en una cafetería que Jonatán me recomendó y tomé el tren hacia Granada. Disfruté mucho el paisaje, y, aproveché para tomar muchas fotografías, y, también para informarle a mis padres de dónde me encontraba.

Finalmente, a la 1:34 p. m. bajé del tren y pisé el suelo de Granada. Mi corazón comenzó a acelerarse. Pronto, volvería a ver a Violet.

Mientras me dirigía a su casa, no podía dejar de sentirme emocionado y nervioso, pero traté de verme y estar lo más calmado posible. Finalmente, llegué a la casa de Violet. Estaba a punto de tocar la puerta cuando alguien la abrió. Ante mí, estaba mi mejor amiga: Violet Álvarez. Durante un momento, ninguno de los dos dijo nada. 

—¡Hola Violet! Ha pasado un tiempo...

—¿Es... es... un sueño? ¿Karel?

Sus ojos se llenaron de lágrimas, y, antes de que pudiera moverme, me abrazó.

—¡Esto es real! ¡Realmente estás aquí!

Correspondí a su abrazo, y, con mucha delicadeza, la rodeé con mis brazos. Permanecimos abrazados durante un largo tiempo, era como si estuviéramos poniéndonos al día de los abrazos que no nos habíamos dado durante el tiempo que estuvimos separados. Finalmente, nos separamos.

—Te extrañé demasiado... —susurró Violet—

—Yo también te extrañé, pero, ahora, podemos estar juntos.

—Madre mía Karel, has hecho que mi cara esté un desastre.

—Aún así te ves hermosa —se me escapó mi pensamiento, y Violet se sonrojó provocando que yo también me sonrojara—

ES UN 10 PERO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora