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KAREL

Es miércoles, pero no es cualquier día, sino que es mi último día como un chico graduado de prepa, para el lunes, seré un chico universitario de primer año.

Estamos en casa de Violet, había varios de nuestros amigos. Todos sabíamos que pasará algún tiempo antes de que nos podamos ver nuevamente. Eso me causa tristeza y alegría al mismo tiempo. Tristeza por el hecho de que no nos veremos, alegría porque todos fuimos admitidos en universidades. Violet se va a la Universidad de Granada, yo me voy a la UCLA, y los demás van a distintas universidades.

⎯Voy a extrañar los tacos de asada ⎯comentó Violet⎯

⎯Yo también, me encanta el sabor que tienen, pero también extrañaré el chocolate, y las tortillas, y los atoles, y tamales, y el mole poblano y el de longaniza, y ni hablar de...

⎯¡Basta! ⎯exclamó Violet⎯ No hay que pensar en todo lo que extrañaremos... Es mejor que disfrutemos esta tarde.

—Está bien.

Pasamos la tarde hablando, comiendo, jugando, cantando y tomando muchas fotos y vídeos.

Aunque todos tratamos de no pensarlo, todos sabemos que vamos a extrañar estos instantes. Violet se irá a Granada, los demás a distintas universidades de aquí, yo me iré a California... pero aunque estemos separados atesoraremos estos momentos.

—¿Por qué no ponemos una película?  —preguntó David—

—Buena idea —exclamaron Violet y Amalia—

—Iré a preparar las palomitas —dijo Violet—, ustedes elijan la película.

Sabía que estaba tratando de estar alegre, pero por dentro tenía muchas ganas de llorar. Decidí ir con ella a la cocina.

—¿Tienes palomitas sabor jalapeño? —pregunté tratando de romper el hielo—

—Creo que todavía había un paquete —contestó sin voltear a verme— Revisa la alacena en el tercer estante.

Abrí la alacena y encontré el paquete de palomitas.

—Aquí está —dije mientras lo abría y se lo daba—

—Gracias.

—¿Estás bien? —pregunté sin poder contenerme más—

Sin contestar, se acercó a mí y me abrazó

—Sé que esto iba a pasar, pero aún así no puedo no llorar, así que, en lo que están las palomitas, ¿puedo abrazarte?

—Claro que puedes.

Esto es algo que amo de nuestra amistad. Con el simple hecho de estar para el otro es más que suficiente.

—¡Ding! ¡Ding! ¡Ding!

—Las palomitas están listas, y ya me encuentro mejor, gracias Karel, en serio, muchas gracias.

—Para eso están los amigos.

Le extendí una servilleta para que se limpiara las lágrimas.

—Yo me encargo de llevar las palomitas. No te preocupes.

Serví las palomitas y me dirigí a la sala, donde estaban los demás.

—¿Dónde está Violet? —preguntó Amalia—

—Necesitaba ir al baño, así que en un rato viene.


VIOLET

Finalmente me sentía mejor. Ya había llorado, así que ya me sentía lista para volver. Salí del baño y me dirigí a la sala.

—¿Qué película eligieron? —pregunté en voz baja a Amalia—

—Fast Five.

—Amo esa película.

—¡David! ¡No te acabes las palomitas! —exclamó Sophia—

—¡No lo haré! Tranquila, y no hables, arruinas la película

Por ahora, es como si todo fuera así siempre. Reunirnos una tarde, para hablar y ver películas, pero la próxima semana será todo muy distinto. Aún así, quiero disfrutar de este momento, sin pensar en nada más.


ES UN 10 PERO...Where stories live. Discover now