Violet es una chica que quiere guardar su corazón para su futuro esposo. Sin embargo, sus sentimientos por Karel no lo hacen fácil. ¿Qué pasará al final?
Es un 10 pero... es mi mejor amigo.
Es el día del cumpleaños de mi mejor amiga, y quería darle una sorpresa.... Así que hablé con sus padres para pedirles permiso de quedarme en su casa después de la fiesta de Violet, y me dijeron que sí, obviamente no le mencioné esto a ella porque quería que fuera sorpresa, así que, después de desayunar me fui a su casa.
Tomé la pequeña maleta que había preparado, el regalo para mi amiga y me dirigí a su casa.
—¡Hola! —dije mientras tocaba la puerta—
Pude escuchar los pasos de alguien y segundos después una voz dijo:
—¿Quién es?
Es Jonatán. Aunque no lo había visto en mucho tiempo, seguía recordando su voz.
—Amalia —fue todo lo que fui capaz de decir.
Empezó a abrirse la puerta, y me encontré frente a Jonatán. Hace 2 años que no lo veía, pero por alguna razón parecía el chico que recordaba, con hermosos ojos y cabello, muy alto y con una linda sonrisa...
—¡Hola Amalia! Hace mucho que no te veía. ¿Cómo has esta... —en ese momento lo interrumpí y de la nada le dí un abrazo.
—Lo siento... es sólo que... hace mucho que no nos veíamos y... —dejé de abrazarlo, y si hay algo que siento ahora es vergüenza—, perdón.
—No pasa nada, tranquila... bueno, llegaste justo a tiempo para el desayuno, pasa.
—Gracias —en este momento me gustaría verme en un espejo... seguramente tengo la cara roja de vergüenza...
—¡Feliz cumpleaños! —dije mientras la abrazaba— Quería darte una sorpresa... así que ¡aquí estoy!
Ambas permanecimos abrazadas por unos instantes más y después la mamá de Violet me sirvió el desayuno, Jonatán me preparó una de sus malteadas especiales y todos pasamos un buen rato durante el desayuno.
Al terminar, fuimos a su habitación
—Toma —dije mientras extendía una caja que había forrado con un papel para envolver que yo misma había diseñado—, tu regalo de cumpleaños.
—¿Tú hiciste el papel? ¡Es hermoso!
—Claro que lo hice, después de todo, ¿dónde encontrarías un papel para envolver tan hermoso? —y al decirlo ambas comenzamos a reírnos—
Abrió la caja y con su cara pude ver que había elegido el regalo perfecto.
—¡Es una cámara para fotos instantáneas! Amalia... no sé que decir... yo...
—¡De nada! Y para que sepas, no acepto cambios ni devoluciones —dije bromeando—
—Gracias, neta muchas gracias, te quiero —y al decir esto me dio un gran abrazo—
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—Vamos a tomarnos una foto, quiero que mi primer foto sea con mi mejor amiga.
