Capítulo 12: Renaciendo entre las Olas de la Adversidad

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En el patio de entrenamiento, los discípulos de la Secta Jiang practicaban sus habilidades bajo la atenta mirada de Jiang Cheng. El murmullo de elogios y asombro llenaba el aire cuando Wei Ying, con gracia y destreza, demostraba sus habilidades con la espada. Había tomado medidas para no tenerlo tanto tiempo encima de él, y es mejor si gastaba energía con otra cosa.  Xue Yang, mucho más confiado, se acercó a Jiang Cheng con una sonrisa maliciosa.

—Líder Jiang, ¿has visto a mi Shizun en acción? Realmente es impresionante. No puedo evitar preguntarme si podrías vencerlo en un duelo.

Jiang Cheng frunció el ceño ante la pregunta desafiante. La admiración de los discípulos hacia Wei Ying no le sentaba bien, y mucho menos que pusieran en duda sus habilidades.

—No hay manera de que el líder Jiang pueda perder ante mi Shizun, ¿verdad? —agregó Xue Yang con una risa maliciosa.

Jiang Cheng frunció el ceño ante las palabras de Xue Yang, sus palabras resonando en su mente. No había manera de que el líder Jiang no pudiera vencer a Wei Ying, insinuando una duda que irritó a Jiang Cheng hasta lo más profundo.

—No necesito tu consejo, Xue Yang. —Jiang Cheng apretó los dientes y se alejó, dejando atrás al discípulo intrigante.

La semilla de la duda ya había sido plantada en la mente de Jiang Cheng, y la frustración crecía en su interior. Buscó a Wei Ying entre los discípulos y, al encontrarlo, se acercó con pasos decididos.

—Wei Ying —lo llamó con voz firme.

Wei Ying se volvió hacia él con una sonrisa juguetona.

—¿Qué pasa, Jiang Cheng? ¿Vas a retarme también a una pelea?

Jiang Cheng apretó los puños, conteniendo su enojo.

—Sí, vamos a luchar. Quiero ver de qué estás hecho.

Los ojos de Wei Ying se abrieron ligeramente ante la determinación en la voz de Jiang Cheng. No esperaba que su líder lo desafiara de esta manera.

—Está bien, Jiang Cheng. Será un duelo amistoso, ¿de acuerdo?

Jiang Cheng asintió, pero la mirada en sus ojos dejaba claro que esta batalla iba más allá de una simple demostración de habilidades. Ambos se dirigieron al patio de entrenamiento, donde el choque de sus espadas resonaría con el eco de una rivalidad intensa y de la necesidad de afirmarse frente a los elogios que circulaban entre los discípulos.

Los otros discípulos que estaban cerca se reunieron con curiosidad al escuchar sobre el duelo. Ver a su líder combatir contra el legendario Wei Wuxian era algo que no se querían perder.

Jiang Cheng y Wei Ying se posicionaron uno frente al otro en el patio de entrenamiento, espadas en mano. Por un momento solo hubo silencio mientras se estudiaban mutuamente. Entonces, como respondiendo a una señal invisible, ambos se lanzaron al ataque.

El choque de las espadas resonó con fuerza mientras cada uno bloqueaba y contraatacaba. Los movimientos eran rápidos y precisos, reflejo de sus habilidades como cultivadores. Sin embargo, había algo distinto en este combate. No era una lucha a muerte, sino una danza, una coreografía de ataques, fintas y bloqueos que casi parecía ensayada.

Los discípulos contenían la respiración ante la increíble demostración de destreza frente a ellos. Ninguno de los contrincantes parecía poder ganar la ventaja. Estaban tan igualados que el duelo amenazaba con prolongarse indefinidamente.

Finalmente, en un movimiento rápido, Wei Ying logró desarmar a Jiang Cheng y lo derribó, sentándose a horcajadas sobre su pecho y apuntando la espada hacia su cuello con una sonrisa triunfal.

Vinculo Roto, ChengXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora