III. En la mañana dolerá

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-Steve, por favor...

El joven se pone detrás de él y sujeta sus brazos. Los lleva hacia atrás. El miembro de Steve ingresa suavemente hasta la base, ensanchándolo en el proceso. Ally emite un largo gemido cuando esto ocurre. Se toma su tiempo para penetrarlo varias veces de forma lenta y continua mientras el cuerpo del comerciante se sacude con cada embestida.

En una de las tantas veces que tira de las muñecas de Ally para llevarlo hacia atrás, lo mantiene en esa posición. Con el brazo derecho lo sujeta a la altura del abdomen y lleva el otro brazo hasta su hombro. Lo apega hacia él.

Ally gira la cabeza y se encuentra con el rostro de Steve. Cierra los ojos y se acerca para besarlo apasionadamente mientras el otro sigue meciendo las caderas en un vaivén.

El de cabello negro se separa del beso al cabo de unos minutos y se echa sobre el pasto boca arriba. Ally comprende lo que quiere hacer y se da media vuelta sobre el mismo sitio para luego subirse encima de él. Con su mano, coge el miembro del joven y lo conduce hasta su trasero. El joven de cabello negro coloca ambas manos entre los muslos y la cadera para encargarse del movimiento, pero Ally le detiene con un leve toque en la mano izquierda.

Sin separarse, el de piel marrón se dobla sobre su ombligo para echar su torso encima del de Steve. Levanta su cadera hasta arriba del miembro del joven y luego la deja caer abruptamente. El de cabello negro emite un gemido y esto alienta a Ally. Repite la acción varias veces buscando complacerle.

En una de esos vaivenes, aprovecha el momento donde lleva las caderas hacia adelante para ponerse al alcance de los labios de Steve y unirse en un largo beso. Antes de hacerlo, saca la lengua para meterla dentro del joven y lamer la suya como si le fuese la vida en ello. Un rato después, el joven rodea con firmeza su cintura con los brazos para mantenerlo en esa posición mientras acaba en su interior.

Luego de dejarle descansar un minuto. Steve le ayuda a pornerse de pie. Alza una de las piernas de Ally y la apoya en su hombro al igual que uno de sus brazos. Al parecer, el de ojos lila es muy flexible y se aprovecha de esto.

El de cabello negro introduce su miembro despacio al inicio, pero luego ,excitado por la nueva actitud de Ally, va aumentando la velocidad. Con la boca libre empieza a chupar el lóbulo de la oreja que está más próxima a él. El de cabello gris aparta la mirada por la repentina excitación que esto le provoca. Siente como el joven introduce su lengua dentro de la oreja y traza pequeños círculos con ella. Ally flexiona su brazo y lo apoya en la pared que tiene cerca.

- S-Steve, creo que es demasiado -le dice con los ojos en blanco mientras sigue siendo penetrado-. No creo aguantar así mucho tiempo -el joven hace caso omiso. Continúa lamiendo su lóbulo y lo sujeta entre sus labios para apretarlo suavemente-. Hjaaa -el joven se corre contra la piedra.

El de ojos pardos continúa por más minutos hasta que decide por cambiar de posición. Baja la pierna de Ally de su hombro y la deja caer al suelo. Le hace dar media vuelta. Steve se agacha un poco para sujetarlo de la parte de atrás de las piernas tal como había hecho en la segunda noche que pasaron juntos y lo alza en el aire.

Ally sabe lo que se viene, así que rodea el cuello del joven con sus brazos y descansa la cabeza sobre su hombro. El de ojos pardos apoya la espalda de Ally contra la pared de piedra detrás de este y comienza a mover las caderas de arriba hacia abajo una vez está dentro.

El joven de ojos lila saca la lengua involuntariamente demostrando placer. Se da cuenta que la oreja de Steve está desprotegida y a su alcance. Decide devolverle el favor e imita lo que le hizo el joven hace unos minutos, lamiento y metiendo la lengua dentro de su oído. La respuesta es inmediata. El joven aumenta la velocidad de sus movimientos hasta acabar y dejar entrar hasta la última gota que queda dentro de él en el interior de Ally.

Con las fuerzas que aún le quedan, deposita al de ojos lila delicadamente sobre el pasto y se deja caer. Esta vez no puede esquivarlo y cae sobre su delgado cuerpo, respirando agitadamente. El de cabello gris lo abraza.

-Piensas cobrarme por esto? -bromea Steve mientras apoya sus manos en el suelo a ambos lados de la cabeza de Ally para levantarse y no aplastarle más.

-Lo pensaré -contesta. Alarga sus brazos hasta el joven y lo atrae hacia su cuerpo, evitando que se levante-. Quedémonos así un rato más -Steve no se opone.

Luego de unos diez minutos, ambos se ponen de pie. Ally se pone su pantalón al mismo tiempo que Steve va a por sus cosas.

-Auch -se queja cuando lo sube hasta arriba-. En la mañana me dolerá el trasero seguramente.

-No si comes esto -el de ojos pardos busca en su mochila. Saca una manzana dorada y se la lanza.

-Pero cuántas tienes de estas? -pregunta sorprendido cuando la atrapa en el aire y se la acerca a la boca.

-Bastantes de hecho -responde el joven-. Esta cueva antes estaba llena de oro.

-Perfecto -dice Ally luego de pasar el bocado. Siente como su cuerpo se revitaliza y percibe un cosquilleo en la parte de atrás-. Necesitaré varias de estas si voy a vivir contigo -el joven se percata de lo que acababa de decir luego de unos segundos y se avergüenza-. No, no me refería a eso.

-No te preocupes. Te lo pensaba proponer de todos modos -responde Steve, lo que tranquiliza a Ally. El joven de cabello negro recoge todos los cristales que había picado y los mete en un saco. Su acompañante se ofrece a llevarlos. Regresan juntos por donde vinieron.

-Ah, verdad. No te confundas -le aclara Ally-. Esto no significa que ya seamos algo. Hace falta conocernos más todavía -dice mientras se acercan al agujero por donde entraron a la cueva-. No me quiero apresurar. Tendremos que salir un par de veces al menos. Hasta ahora todo ha ido muy deprisa.

-Por su puesto -acepta Steve. Le ayuda a subir por el agujero y luego este le sigue.

-Por cierto, ¿Qué le pasará al golém? ¿No se sentirá solo?

-No. Lo cierto es que no tuve tiempo de hacer el hechizo como es debido -explica Steve-. Se deshará en un día a lo mucho. Igual vendré a verlo al día siguiente para cerciorarme o si no le llevaré a casa.

-Entendido.

Cuando llegan hasta el punto donde el de cabello gris había chocado con Steve cuando lo seguía, este último lo detiene.

-Aún sientes los efectos de la fruta? ¿Sientes el cuerpo con energía? -Ally asiente-. Bien. A partir de aquí solo hay un camino. Es muy probable que haya monstruos, pero la velocidad que te da la fruta te permitirá pasar de largo. Yo iré detrás para cubrirte. Nos veremos en la entrada.

Ally hace caso y en poco menos de tres minutos ya está afuera de la cueva. Steve no tarda mucho en alcanzarle. Juntos caminan hasta donde el joven había dejado su campamento y se llevan las cosas al igual que a las llamas.

Entran en la casa luego de dejar a los animales en el granero. Ally deja sus cosas sobre los sillones de la sala. Steve se va hasta un rincón, abre una escotilla de madera y baja con los cristales que ha recolectado.

El de ojos lila lo espera con las manos en la espalda en el segundo escalón de la escalera. Steve regresa y ve la escena.

-Te importa si duermo contigo esta noche? -pregunta Ally con algo de timidez porque fue él mismo quien había pedido no apresurar las cosas. Steve se acerca hasta él y pasa sus manos por detrás de las piernas de Ally, por debajo de sus muslos. El de cabello gris rodea su cuello con los brazos y lo toma como un sí.

Steve lo levanta del piso y lleva hasta su nueva habitación.

El vendedor ambulante (inspirado en el mundo de minecraft)Where stories live. Discover now