VI. Una vaina para la espada

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-Shh. No nos pueden ver, pero sí oír -dice Ally.

Desliza la mano hacia abajo y sujeta el miembro de su pareja, aún flácido. Lo comienza a masajear, dirigiendo la punta hacia arriba mientras lo hace. Saca la lengua y la acerca a la base de sus testículos. Los lame varias veces y luego mete uno de ellos en su boca. Lo chupa. Con todo esto, el miembro de Steve no tarda en ponerse rígido.

El joven de cabello gris lo lame una vez más desde las bolas hasta la punta. El de cabello negro jadea de placer mientras Ally se lleva la comida a la boca después de eso y lo chupa con pasión.

El de piel marrón no es consciente de sus alrededores. Solo piensa en el miembro del de ojos pardos, que roza sus labios con cada movimiento horizontal de la cabeza. No puede ver que las señoritas sentadas cerca a ellos observan la escena, atónitas. Tampoco que su enamorado las mira, entiende la situación y lleva el índice derecho al medio de sus labios. O que las chicas giran la cabeza en cuanto ven la señal, pero los siguen viendo de reojo, mordiéndose los labios.

El de piel oscura, ajeno a todo esto, mueve la cabeza hacia adelante y hacia atrás varias veces y de forma rápida mientras lo succiona, para luego detenerse de forma abrupta. Glup. Se escucha cuando Ally lo saca de su boca.

-Steve -le llama con voz baja y seductora mientras que lo masturba con la mano-. Quiero que me folles la garganta.

-Eh? -se extraña Steve ante tal petición. Sin esperar alguna respuesta. Ally acomoda la piernas entre el arco que forman las de su enamorado y se sienta, descansando el culo en la arena. Se mueve hasta estar casi debajo de Steve. Arquea la espalda, lleva las manos más atrás que su tronco y las apoya en la arena. Alza la mirada. La sombra que genera el cuerpo de su enamorado le cubre del sol. Abre la boca, sosteniéndole la mirada-. Eso es nuevo -el de cabello negro sostiene la base de su miembro y lo apunta hacia abajo-. Estás seguro?

-Sí -responde confiado-. Aaaaaaaa.

El chico abre grande la boca, listo para recibirlo. El joven de ojos pardos sostiene su miembro. Despacio, lo introduce verticalmente hasta la garganta de su pareja. Los labios de este último alcanzan a tocar sus bolas.

El de cabello negro inclina el torso un poco hacia adelante y flexiona las piernas. Coloca las manos en los hombros del de piel marrón. Lentamente alza y baja el cuerpo. Siente como las paredes de la garganta de Ally rozan su pene con cada movimiento. Siente sus suaves labios besar sus testículos cada vez que lo mete hasta el fondo y lo presiona más abajo para no despedirse de esa sensación tan placentera.

Durante varios segundos, Steve había tenido que cerrar los ojos como un intento de reprimir sus gemidos y de no flaquear ante tal estímulo. Sin embargo, durante un instante en que los abre, mira hacia abajo y se encuentra con los hermosos ojos lilas de Ally, el cual hasta tiene pequeñas lágrimas en los párpados. Aún así, sus ojos reflejan placer y deseo, aunque es obvio que le cuesta respirar.

Steve siente que no puede más. Deja que sus gemidos se escuchen mientras empuja el miembro varias veces más en su garganta. Se corre en ella, pero no se levanta. Folla la garganta del joven una decena de veces más, asegurándose de que toda gota quede dentro de él.

Después, lentamente levanta el cuerpo hasta que su pene sale por completo de la boca de su pareja. Este se queda en el sitio, como en trance. Vuelve a respirar con normalidad luego de varios segundos. Saca la lengua afuera y la mueve pegada a sus labios, retirando lo que queda del fluido blanco de su enamorado.

-Delicioso -dice mirando a Steve luego de pasarlo-. Aunque me volvió a dar hambre. Vamos por algo? -pregunta extendiéndole el brazo.

-Claro -el de cabello negro agarra su mano.

El vendedor ambulante (inspirado en el mundo de minecraft)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora