CAPITULO 22

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—Oye Mey... —mi compañero de trabajo me observa a mi y luego a él —¿Todo esta en orden?

–Perfectamente.

Caminé hacia la puerta, pero el me dice que aún no hemos terminado de hablar, pero yo no quería seguir hablando con alguien que para empezar, me obligó a casarme y ahora dice que le causo problemas cuando yo jamás le pedí que me hiciera su esposa, ni siquiera lo deseaba.

Al salir después de cerrar, creí que estaría esperándome, pero no fue así. "Que creía, que me rogaria" por mi mejor que se haya largado, así no tendré que molestarme en lidiar con el después de un día largo y tedioso.

Siento una vibración en la bolsa de mi pantalón, al sacar mi celular vi el nombre de Clark en la pantalla.

"¿Salimos un rato?"

—Vaya, al fin apareces.

Observo el que se supone que es mi espacio, guardo mi celular al ver que había algo diferente, pero cuando reviso meticulosamente me doy cuenta que mis cosas no estaban. Solo había una caja, al abrirla vi mi cojín peludo dentro de ella. La dejé a un lado de la puerta para ver buscar el resto de mis cosas, pero ya no había nada que buscar.

—¡Chicos vamos, apresúrense que aun falta una... —mis ojos se posan en Erika ¿Qué demonios cree que hace? —Mey... yo...

—¿Es enserio? —dije molesta —Te disculpas y luego te deshaces de mi cosas a mis espaldas...

—No, no... te juro que no es lo que crees, el señor Santoro... me llamó y me ordeno sacar tus cosas de aquí y que las enviara a su residencia. Perdóname pero el me amenazó con despedirme y sabes que en verdad necesito este empleo con buena paga.

Empuño mis manos cabreada porque en verdad se esta esforzando para que nuestro problema sea mayor a lo que estaba. Sali furiosa de la habitación con Erika siguiéndome detrás, tomé un taxi y le dije a Erika que le diera la dirección al chofer.

Al llegar a la casa de Víctor me llevo la sorpresa de que todas mis cosas estaban prendidas en llamas. Mi boca era tan grande que no podía cerrarla por la sorpresa.

—Mis cosas...

—Señora Santoro...

—Nada de señora —dije al ver al chofer privado de Víctor —¿Dónde está él?

—Adentro —murmura y se aleja al verme enfadada...

—Oye espera Mey... —Erika me detiene al ver mis intenciones —Por favor... no lo enfades... no se lo que esta pasando entre ustedes, pero no hagas una estupidez.

—¿Por qué habría de hacerlo?

—Te conozco y sé lo impulsiva que eres cuando estas enfadada.

Le doy la espalda y entro a la casa, ella no deja de llamarme a gritos hasta que ambas lo vimos es que no quedamos en silencio ya que no estaba solo, mi corazón se vuelve loco cuando veo a una rubia manoseándolo.

—Mey... contrólate...

—Asi que cualquier mujerzuela puede tocarte.

Cuando me mira pude notar que no estaba sorprendido de verme, pero la mujer como si fuera poca cosa me ignora y le habla a él y eso encendió mi sangre ¡Quien demonios se cree que es para ignorarme!.

—Ah... asi que eres la ex novia del hijo de Vic...

—Asi que la novia la ex de su hijo. —me cruzo de brazos cabreada —No sabía que te decía vic... algo corto y fácil de pronunciar como Vic vaprub. —ella se enfada por mi sarcasmo.

—Déjala, es una chica algo impulsiva y torpe, pero es inofensiva.

"¡¿Qué diablos acaba de decir de mi?!"

—Víctor. —sonrío forzosamente —O sacas a esta mujer de aquí o te juro que veras como esta chica barre el suelo con esta mujer ya que a leguas se ve que no hace más que estar en el salón de belleza todo el día.

—No será que es otra la que debería irse. —el tono de la mujer me es desagradable —Escúchame bien...  

—Jess, parece que el habiente se volvió pesado aquí, ¿Te parece si cenamos afuera y hablamos del proyecto de tu padre?

Fue como un puñal en mi corazón, no esperaba que me tratara como si yo no existiera, la indiferencia es algo que nunca antes vi en él. Intento controlar mis sentimientos y mis lagrimas porque me había humillado, "Papa tenía razón al decir que este tipo de personas creen que pueden humillarnos cuando se les da la gana"

—Bien. Vete con ella, vamos Erika, necesito que me ayudes a maquillarme para ver a Clark.

Tomé de la mano a Erika y subimos las escaleras para buscar una habitación y bañarme, pensé que me detendría, pero no fue así, anoche había dejado una ropa aquí, así que me vestí y Erika me maquilló, seguramente se había ido con ese plástico andante.

—¿Mey... no quiero meterme en tus asuntos, pero porque tus cosas estaban en el fuego, que hiciste?

—¿Qué hice yo? Erika, me conoces yo tal vez sea tonta en el tema de los hombres, pero sabes que yo jamás viviría con uno si no fuera por motivos enorme. —respiro profundo —¡dios... este hombre en definitiva fue un error Mayúsculo en mi vida!

—¿Pero que esta....

—Erika. —ambas miramos hacia la puerta —Saca a Jessica de aquí y vete cuando lo hagas.

—No. —dije desafiándolo. —Ella es mi amiga y si esta conmigo es porque se me da la gana.

—Erika.

Dijo su nombre en un tono firme y escalofriante. Erika me toma del brazo pidiéndome piedad por ella, mira a su jefe por ultima vez y luego a mi así que le dije que se fuera. Ella salió despavorida de la habitación.

Cierra la puerta con seguro, le doy la espalda y sigo retocando mi maquillaje, pero el hace que la silla gire para tenerme frente a su cara.

—¿No saldrías con tu amante?

—Deja de actuar como una niña.

—Y tú deja de provocarme porque no sabes de lo que puedo ser capaz cuando lo hacen. —me acerco mas a su rostro tentando sus labios al rozarlos con los míos —El hecho de que seas mayor que yo, no significa que podrás humillarme frente a alguien mas.

Siento como su mano derecha se mueve por encima de mi blusa, desabotona los primeros botones y mi sostén se ve a simple vista. Pero detuve su mano y el ladea una sonrisa, se aleja de mi.

—De ahora en adelante vivirás aquí. Pero, nadie sabrá de este matrimonio.

"¿Qué?"

placer Ilicito Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ