CAPITULO 34

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No podía creer que, después de años, me veo obligada en regresar nuevamente, hablé con él director y fue directo al decirme que si no aceptaba, tendría que buscar otro empleo porque no aceptará jamás un no por respuesta, así que ahora mismo estoy empacando todo lo necesario para nosotros

—¿Y esto?...

Un pedazo de periódico cayó a mis pies, al recogerlo, noté que era la fotografía que nos tomaron cuando tomé su moto sin su consentimiento, nos tomaron la fotografía justo cuando lo besé y el me correspondió "Pensé que lo había tirado a la basura"
—¿Mamá? ...

Al ver a mis gemelos extendí mi mano derecha y con la otra guardé la imagen de mi pasado, y los cargué a ambos, mi pequeña de cabello castaño largo había heredado los rasgos de su padre y su hermano también, pero mi pequeño Adriel, heredó su carácter además de sus rasgos faciales, es una versión suya en miniatura, pero mi bella Ada, es tan dulce como un ángel.

—¿Estas triste mamá? —preguntó Adriel
—Lo estoy mi príncipe —beso su frente.

—No mientas mamá. Estas triste. —su astucia e inteligencia no me deja de sorprender —Cuando sea grande, te voy a proteger a ti y a Ada.

Me río y los abrazo a ambos porque en verdad mi pequeño es muy valiente al decir eso.

—Mamá... ¿Porqué papá no nos quiere?.
Un nudo se forma en mi garganta al escuchar la pregunta de mi pequeña, me dolía que ella dijera eso, se que ellos extrañan a su padre y que desearan conocerlo, pero temo que los rechacé y que los lastimé con su crueldad y fría forma de pensar y hablar.

—Escuchen... su padre, es un hombre de negocios, pero el ama a sus hijos, el los quiere a ambos, nunca piensen lo contrario, si. Cuando el los vea, ya verán que los amara mucho. —ellos no parecen convencidos —Sé que quieren conocer a su padre, pero el no va regresar por ahora. Ya... quiten esas caras, si lo hacen, no iremos a visitar a su hermano mayor.

—¿Hermano mayo?

Ellos saben que Lucas es su hermano mayor pero solo lo han visto por video llamada, así que para ellos fue una sorpresa que les dijera eso ya que aún no sabían que nos mudaríamos, la noticia fue buena para ellos y mis padres que por cierto, dijeron que se mudarían con nosotros también. Mi tía nos visitaría pronto así que nos despedimos de ella y fue difícil hacerlo.

—¡Vamos mami!...

Mis gemelos iban con mis padres entusiasmados por llegar al departamento que logré comprar con la ayuda de mis padres, soy exitosa si, pero apenas empiezo en mi trabajo así que debía tomarme mucha experiencia para ser la mejor

Estábamos casi cerca de comenzar diciembre y el clima era friolento, al respirar puedo ver el humo que causa el frío intenso, sigo a mis padres detrás y recuerdo el día en que estuve aquí, el día en que me juré no regresar aquí.
El departamento era lo suficientemente espacioso para todos, tenías cuatro habitaciones, la mía, y tres más, y por supuesto que mis hijos tomaron una propia y mis padres compraron el otro departamento contiguo al nuestro.

—Si necesitan algo, solo llámenme ¿si? .

—Estaremos bien. No te preocupes —dijo papa con Ada en brazos —Solo cuídate, hija.

Debía presentarme para firmar unos papeles, después comenzaría como directora del hospital en dos días. "solo espero que jamás me encuentre a Víctor cuando visite a Lucas y a mi amiga, ellos me dijeron que no pasaría porque odia las reuniones familiares, pero con Víctor nada se puede esperar.

VICTOR

Había olvidado por completo que Laura tenía una presentación ayer y ahora debo compensarle el no haberla acompañado y llegar hasta el último minuto, le dije que le daría lo que sea y me sorprendió cuando llevaba tantos libros, ropa y maquillaje, ella tiene su mesada que nunca gasta pero ahora me hace gastar como castigo ya que odio gastar el dinero en cosas inservibles y para mi, esto es inservible, ella tiene su closet lleno de ropa, libros que hace poco compró y aún no termina de leer.

—¿Laura, no crees que fue suficiente?.

—No, quiero que te duela así como me dolió a mi no verte hasta el final.

Ella nunca me ha hecho gastar en exceso, pero ahora me está dando una lección que jamás olvidaré, ama las venganzas y yo las desprecio. Después horas en el centro comercial al fin se terminó y fue una suerte que encontrara a sus compañeros de clase en el cine.

Tomándome un respiro, compré un café cargado y me senté por un rato esperando que ella saliera del cine. Mientras esperaba vi una que otra pareja salir de las sala del cine muy felices mientras conversan sobre la película o cosas sin importancia, pero verlos me hizo pensar en que Mey y yo... jamás tuvimos una cita real como una pareja, siempre estuvo el trabajo primero, ahora siento que fui cruel con ella.

"Debí prestarle más atención cuando tuve mi oportunidad".

—Enserio princesa...

Escuché una voz muy familiar, pero me fue extraño escucharlo aquí si él es un hombre que vive en el campo y odia la ciudad, volteo y a lo largo pude ver al padre de Mey acompañado de su esposa, ambos se veían felices, seguramente no se dieron cuenta que estaba cerca cuando pasaron cerca de mí.

Noté que no estaban solos, presté toda mi atención a ellos porque hacía mucho que no los veía, no desde aquella noche en que la fui a buscar a su puerta.

—¡Mira, Mira Adriel!.

Ellos siguen a unos niños que llamaron bastante mi atención, dos niños, "será que la señora es niñera, si... seguramente le está haciendo un favor a alguien"

Mi atención recae sobre mi celular, al ver que era de un cliente tomé la llamada y me levanté para caminar un poco mientras hablo, intento convencer un cliente de cerrar el negocio y acepta firmar con nosotros.

—De acuerdo, lo veo mañana entonces.
De la nada siento que algo choca contra mi pierna, al ver hacia abajo veo a una niña a punto de llorar.

—¡Ada!... otro niño aparece y ayuda a la niña a levantarse —¿Qué le hizo a mi hermana?.

—¿Yo?, escucha niño, debería ser tu hermana la debe tener más cuidado...

La voz de la madre de Mey me hace callar, ella corre hacia los niños y se asegura si estaba bien.

—Estoy bien abuela, no vi al señor y me caí.
—¿Qué? —dije confundida —¿Cómo que abuela?

Ella no se había dado cuenta de mi presencia, palidece al verme.

—Víctor...

placer Ilicito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora