Luna Oscura

•22•

Nick.

Estaba observando a Lilith a lo lejos, mi plan nunca fue alejarme de ella, solamente tenía que impulsarla a adentrarse más a este mundo. Estoy a lo lejos, recargado en una esquina de la pared observando cada movimiento de Lilith, observándola como se supone que hace esto para "olvidarme".

Su estado ya está demasiado mal, y no puedo quedarme de brazos cruzados, necesito hacer algo sin llamar tanto la atención ni que se de cuenta de que soy yo, después veré como me desaparezco de nuevo. Me acercó a ella lentamente, mientras me muevo sobre los montones de gente que hay en las fiestas de Rachel, la tomo de las piernas y la cargo sobre mis hombros como un costal, ya ni siquiera sabe quién es ni de que está echa, Daven no pensó en que podría perder la cordura con ese trago que le dió.

La saco de la casa de Rachel y Austin, la subo a mi auto y la llevo a el bosque, perdió la conciencia, puede tener alucinaciones, es producto de la bebida, entonces, puede creer que fui una simple alucinación.

Bajo del auto, abro la puerta de lado del copiloto y la cargo para poder meterla en la cabaña, abro la puerta y entro, subo las escaleras y la llevo a mi recamara, la dejo caer poco a poco sobre la cama y comienza a balbucear palabras tonta, -Un unicornio, y un arcoiris, un perro con cuerno de unicornio- una risa ronca sale de mi. -Deja de alucinar.- -¿Nick?- -Alucinas con el, querida.-  una hermosa sonrisa escapó de sus labios y volvió a perder la conciencia. Me levanté de la cama y salí de la habitación, para mí mala suerte, Austin ya se encontraba en la cabaña, -Mierda.- susurro, no voy a huir, al menos no con el, si alguien va a saber que estoy aquí va a ser el.

-¿Que mierda haces aquí Nicholas?- -¿Tan ebrio estás?- sus pupilas se dilataron y una risa ronca salió de el. -Sabes que no pierdo la conciencia, no como tú amiguita.- -Te dije que la cuidaras.- solte algo molesto.

-Lo intenté, pero ella no deja cuidarse- -No me interesa, solamente te pedí ese favor, ahora te voy a pedir otro Austin.- -¿Que quieres mi buen amigo?- lo mire fijamente, -No le digas que estuve aquí, hazla creer que lo que vio fue una alucinación.- -Me parece perfecto, tu vuélvete a perder, está en buenas manos conmigo.- -Mas te vale cuidarla.- Pase alado de el y le di unas palmadas en la espalda. -Nos vemos en otra situación amigo.- Baje las escaleras y entre a mi auto, no pude resistirme, y esto tal vez altere mi plan, pero verla así, no puedo permitir verla de esa forma.

Admito que la extraño, extraño que sea mía. Que sea lo que sea que soy no quita el echo de que tenga sentimientos, extraño que este mi lado.

Recargo mi cabeza en el asiento del auto, de repente todos los recuerdos con ella llegan a mi mente, no me permite seguir mis planes a como quiero llevarlos a cabo. Si esto que siento es amor por ella, más vale que no sea así, aunque una parte de mi está seguro que estoy enamorado..

Austin es algo idiota y se deja llevar por sus impulsos, note la pele de ellos dos y no estoy demasiado tranquilo con eso. Esto no estaba en mis planes y no estoy seguro de que salga como plane las cosas después de haber echo esto por ella. Jamás pensé fallar mis propios planes, mucho menos por una chica que apenas conozco, aunque se que la e buscado por demasiado tiempo. Mis manos sudaron de un momento a otro sin darme cuenta.

Arranque el motor de mi auto y me dirijo a dónde sea que pueda pensar con claridad y olvidarme de lo que acaba de pasar.

Por qué mierda tienes que alterar mis planes.

Provocas una marea de emociones en mi Lilith.

Sabes cómo hacer que pierda la cordura, y eso es la primera vez que pasa, estábamos cerca de ser lo que queríamos ser.

Podríamos salir y hacer cosas estúpidas como las que te gustan hacer. Salir a pintar, a pasear, al cine. Y si hablamos de mi, con tan solo admirarte me basta, ver cómo puedes hacer cualquier cosa, con eso quedó satisfecho, puedes hacer daño, y yo te seguiré amando, puedes jugar a ser la mala en todos los cuentos, y yo voy a ser el malo alado de ti, yo soy tu complemento y tú eres el mío.

Vine a causar un caos en tu vida, a dañarte, a provocar sensaciones que nadie jamás provocó en ti, el simple echo de causar dolor en tu vida para mí es amarte profundamente. Me encanta la idea de saber que tu mundo está de cabeza por culpa mía, y tan solo pensarlo suena como música para mis oídos.

En mi idioma eso es un te amo puro.