Tú, yo y ella (contra el mundo) [The 100]

Capítulo 43

Dentro de TonDC, Trikru (Tree People) continúa con su día realizando tareas diarias. Las mujeres intercambian sus artículos en el área del mercado, molestando al comprador hasta que obtenga lo máximo que puedan de sus artículos. Los niños corren entre los adultos en el área del mercado mientras se reúnen para jugar juegos que ellos mismos han creado. Se patea una pelota que navega por el área del mercado y se detiene cuando golpea un jarrón dorado. Se ve al culpable, un niño rubio, huyendo del vendedor.

En general, el día es tranquilo, "demasiado tranquilo", dirían muchos de los guardias si se les preguntara. Y eso es todo lo que se necesita para maldecir el día.

Los pájaros se alejan de los árboles y el cielo se abre, permitiendo que el rojo se filtre como una herida abierta. Bajo el cielo sangrante, la gente mira hacia arriba con una mezcla de confusión y asombro. Las madres llaman a sus hijos y los padres buscan a su familia. Un hombre se acerca a su esposa cuando el rojo cae del cielo y aterriza entre ellos. No hay más de medio segundo de silencio antes de que se produzca una explosión que hace volar a todos los que están cerca. Las personas están en el aire durante segundos antes de chocar contra objetos cercanos como árboles, cercas y cajas de madera. El hombre que casi había tocado a su esposa cae sobre un poste de madera que le atraviesa el corazón por detrás.

Está muerto en segundos.

"¡Bomba!" Un guardia grita, con las manos tapándose la boca justo cuando el rojo vuelve a caer y se produce otra explosión.

Clarke mira al lobo que bloquea su camino y observa cómo el naranja se mezcla con el rojo a medida que las llamas crecen, casi como si tuvieran la intención de tocar el cielo mismo. Procedente de las cosas, tal vez personas, que queman las llamas, hay una nube de humo negro que llega al cielo y se extiende lentamente, ensombreciendo todo lo que está debajo. Y ahí es cuando Clarke lo escucha o, mejor dicho, lo ve. Un hombre, tan alto como Lexa y musculoso como Gustus, aterriza en un poste de la cerca, y Clarke observa cómo el poste lo atraviesa y queda inerte. Tiene arcadas secas una vez antes de darse la vuelta, agacharse y vomitar lo poco que tenía en el estómago.

Anya escuchó esto y se aleja de la quema de TonDC. Camina alrededor de Clarke e intenta tocar con su nariz la mejilla de la rubia, pero Clarke la empuja por el hocico.

"Vete", murmura Clarke limpiándose la boca. Se limpia la mano en los pantalones y maldice el hecho de haber vomitado.

Anya gime. Ella sólo quiere consolar a Clarke y estar cerca. Es un riesgo, pero ella lo toma y se acerca a Clarke.

Es entonces cuando Clarke grita: "¡Déjame en paz!". Ella pone distancia entre ella y los dos Alfas antes de sentarse en el suelo, de espaldas a ellos. "Te odio. Los odio a los dos", susurra, cada palabra no solo profundiza en los Alfas sino también en ella misma. No está segura de si quiere decir las palabras, pero parecen apropiadas para el asunto. "Están todos muertos". Clarke niega con la cabeza, "hay tantos muertos".

Anya se acerca a su Omega solo para retroceder cuando unos ojos azules enojados se posan en ella. Sus orejas caen con tristeza y mete la cola. El acto hace poco para ganarse la simpatía de Clarke, por lo que Anya cae al suelo y apoya la cabeza en el suelo. ". . ."

"Aléjate de mí", gruñe Clarke, "vete". Ella mira lo que queda de TonDC. Ella guarda silencio durante uno o tres minutos mientras observa cómo el humo se eleva hacia el cielo y las llamas aumentan de altura. "Podría haberles advertido", dice finalmente, con curiosos ojos azules mirando a sus compañeros.

Anya ahora está sentada en su forma humana, con su cuerpo desnudo y revelador. "Podrías haberlo hecho", está de acuerdo, sus ojos color ámbar no se encuentran con los de Clarke. Teme que Clarke vea el dolor en sus ojos por haber sido rechazada dos veces. "Si lo hicieras", continúa, "los montañeses sabrían que tenemos a alguien dentro. Bellamy podría morir".