Capítulo Extra:《Nuestro Final》• Dos años después •
Adeline:
Aún no podía entender qué hacía un sábado madrugando a muy bajas horas de la mañana, mi esposo no se encontraba al lado de mi cama y sabía con exactitud que algo planeaba para sorprenderme.
《 Tal vez el sorprendido sería otro 》
Nuestra boda fue un evento tranquilo, solo las personas que estuvieron desde el principio apoyándonos nos acompañaron; el abuelo Teodoro y mis abuelos fueron los fieles testigos de nuestra ceremonia, Hernán no había llegado a visitarnos en nuestro gran día, Atlas insistió en invitarlo pero su padre no se presentó.
《 Fue lo mejor 》
Me di un baño rápido de agua caliente, tomé un abrigo y unos leggins para buscar a mi marido.
Nuestra luna de miel fue el motivo de mi felicidad desde el principio, nos encontrábamos en Costa Rica, específicamente en la Isla del Coco; nuestro hotel estaba relativamente cerca de la playa, las olas del mar y las palmeras.
《 Un paraíso completo 》
Las brisas caribeñas, el aire del país, su naturaleza y los sonidos naturales de las olas cuando chocaban con las piedras costeras era algo sumamente delicioso de escuchar.
Tomé mi celular y le pregunté a Atlas su ubicación, la respuesta fue inmediata; me pidió que caminara hasta la orilla del mar.
Eso hice y aunque me estaba muriendo del frío porque eran cerca de las dos de la mañana; la luna acompañó mi viaje hasta donde mi esposo.
— Hola cariño — Saludó Atlas con una sonrisa en su rostro.
— Espero que esto valga la pena, tengo mucho frío y... — Me interrumpió para después hablar :
— Cierra los ojos — Asentí, cerré los ojos y sentí sus tibios labios sobre los míos, su mano tomó mi rostro y me besó.
— No los abras más — Tomó mi mano y me guió porque no podía ver nada.
《¿Qué estaba planeando Atlas? 》
— ¿A dónde me llevas? — Pregunté.
— Es una sorpresa.
— Atlas, dime...
— Si te lo digo ya no será una sorpresa.
— Atlas... — Volví a llamarlo.
— Voy a ignorar el hecho de que no me digas amor...
— No seas presumido.
— Eso no decías ayer.
— Deja de avergonzarme — Altas tomó mi cintura para ayudarme a bajar unas escaleras.
— Ya llegamos, quiero que abras los ojos despacio. — Asentí y observé el lugar que me rodeaba, Atlas me había llevado a una parte de la isla que al parecer estaba escondida entre un enorme bosque de árboles.
Había una tienda de acampar cerca de nosotros y mi marido estaba buscando algo dentro de su bolso de viaje porque se veía muy concentrado.
— Esto es hermoso — Admití sinceramente.
— No puede ser, yo no lo olvidé...
— ¿Qué pasa? ¿Qué olvidaste?
— Ya lo encontré — Tomó algo entre sus manos y se acercó a mi lado.
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Entre dos placeres ©
Teen FictionAtlas Bradford es estudiante de medicina, su vida está llena de tranquilidad hasta que su padre se vuelve a casar, una extraña llega a su casa y él no la soporta. Pero ¿Qué hará cuando la chica demuestre su lado verdadero? ¿Seguirá existiendo el od...