Isn't it just so pretty to think? All along there was some invisible string tying you to me<3
Julia tenía tan solo siete años cuando sus padres le regalaron una guitarra de doce cuerdas por Navidad.
Ellos realmente no creían que su hija fuera a apre...
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Comenzaron a llamar a gente, y el primer grupo fue uno de siete chicas, ellas se abrazaron por la espalda.
Tres de ellas dieron un paso adelante y luego Noemí les dio la noticia de que seguían en el casting. Las tres se abrazaron y no pude evitar sentir emoción por ellas, aunque también sentí pena por las otras cuatro chicas que no fueron elegidas.
Luego fueron llamando a más grupos hasta que... —9023, Violeta—apreté la mano de mi amiga mientras ésta se levantaba. Ella me sonrió y fue al centro junto a todo el grupo con el que la habían llamado.
—Todos seguís en el casting—dijo Noemí tras unos pocos momentos de tensión y todos se abrazaron. Violeta volvió a su sitio a mi lado con lágrimas en los ojos e instantáneamente la abracé con fuerza y dejé un beso en su cabeza.
Un grupo después, escuché mi número.
—1989, Julia—Violeta me sonrió y yo suspiré tratando de calmar mis nervios. Me posicioné en el centro, ya que era la primera de mi grupo en ser nombrada.—7002, Paul—miré al chico de antes bajar las escaleras y cuando llegó a mi lado me miró con una sonrisa que le devolví amablemente.
—Hola otra vez—me susurró mientras Noemí llamaba a más números y me abrazó por la espalda, yo imité su acción.
—Hola—le susurré igualmente y nos callamos cuando todos los números fueron nombrados.
—Que dé un paso adelante, por favor, 7008, Juan—el chico dió un pase alante y yo lo miré expectante—7012, Adrián. 7011, Mary. 7007, Salma—El hecho de que aún no hubiesen dicho mi nombre me hizo ponerme de los nervios de nuevo.—7002, Paul—el chico avanzó y luego me dió una rápida mirada de reojo.—1989, Julia—avancé y dejé salir todo el aire retenido, refugiándome bajo el brazo de Paul, que me abrazaba por los hombros.—6060, Kevin. 6057, Javi. 6034, Edu.—todos miramos a la mujer expectantes.—Cómo me gusta haceros sufrir—rió—Estáis todos en el casting—tapé mi boca con mis manos y las lágrimas empezaron a caer de mis ojos.
Primero, Salma y algunos compañeros más me abrazaron, y luego Paul.
—Sabía que entrarías—me miró después del abrazo—Doy los mejores consejos—bromeó y los dos reímos.
—Enserio, gracias—dije mientras subíamos por las escaleras.
—No hay nada que agradecer—me sonrió y los dos volvimos a nuestros sitios. Donde Violeta me abrazó con fuerza.
—¡Sabía que entraríamos juntas!—dijo emocionada aún el abrazo.
Noemí volvió a hablar, y mi cerebro no podía procesar más cosas porque yo seguía llorando como una magdalena.
