COMFORT || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||

8

NICHOLAS

Escribía y borraba.

Volvía a escribir y de nuevo borraba.

Me encontraba rodeado de papeles arrugados. De canciones sin terminar y de letras que estaban en mi mente pero que no sabía expresar bien.

Tenía un puto bloqueo con la composición y también un motivo.

Taylor. Mi productor musical.

El que ahora tenía frente a mí. Sentado conmigo en el suelo y con bolsas de comida que me había traído de la nada.

Me había traído comida joder, y yo estaba mucho más confundido que antes. Porque mi cabeza ahora mismo era una montaña rusa de emociones y de preguntas sin repuesta.

¿Por qué estaba a esta hora aquí?

¿Por qué me había traído comida a mi?

¿Y por qué se estaba comportando conmigo de una manera diferente?

Esas respuestas las tenía Taylor, y yo como lo gran cobarde que era no iba a preguntarle ninguna de ellas.

- ¿Intentando componer? - Taylor rió cuando vió todos los papeles esparcidos por el suelo.

Si tu supieras que eres la razón del por qué estoy de esta manera.

- Algo así...

- Dicen que cuando se tiene un bloqueo es por que tienes a alguien en mente ¿es tú caso?

- Puede ser que alguien esté metido en mi cabeza y me haga estar así - contesté mirándolo a los ojos directamente.

¿Desde cuando tan atrevido Nick?

Y es que como no serlo, si me había dado cuenta de la forma en la que Taylor me miraba.

Detrás de mi mirada agachada me daba absolutamente cuenta de todo.

Cuando Taylor creía que yo estaba distraído lo notaba mirándome.

Cuando le mostraba mis letras, sentado a su lado. Me miraba.

Cuando cantaba detrás de aquel cristal. Lo notaba de nuevo mirándome.

Todo eran miradas disimuladas cuando nos encontrábamos entre cuatro paredes. Y no tenía ni la menor idea de si Taylor sentía la química que había entre los dos desde el primer día en el que nos conocimos.

Pero esa química era demasiado obvia e inevitable. Porque era inevitable no mirarlo cuando lo tenía cerca. Era inevitable no sentir la atracción que estaba sintiendo por él.

Y era totalmente inevitable sentir todo lo que estaba sintiendo por una persona que acababa de conocer, pero es que es como si estuviéramos destinados a conocernos.

El destino me lo había puesto en el camino y yo quería averiguar mucho más de Taylor. Se había vuelto una necesidad el querer tenerlo cerca y conocerlo cada día un poco más.

- ¿Mal de amores Nicholas? - preguntó Taylor después de un rato.

- Todo lo contrario - me atreví a decir - confusión, atracción y curiosidad. Eso es lo que causa en mi esa persona.