COMFORT || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR & NICK GALITZINE ||

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NICHOLAS

En cuanto terminé de cantar salí corriendo del escenario. ¿Quién me había mandado a mi cantar Cupido y luego casi arrepentirme?

Pero es que en parte necesitaba cantarla. Era una canción que llevaba escrita el nombre de Taylor en cada frase y en cada verso, y eso en parte me asustaba o más bien me daba vergüenza. Por que sabía como era Taylor, lo estaba conociendo y era un chico que nunca se daba por vencido, un chico al que le gustaban las verdades y estaba completamente seguro de que vendría a mi solo para preguntarme sobre la canción.

Así que como el mayor de los cobardes que era, me fui directo al camerino que me habían asignado, para esconderme.

¿Qué estaba siendo un total inmaduro? Si, lo estaba siendo y bastante de hecho.

- Cielo - escuché la voz de mi madre detrás de la puerta - ¿estás dentro Nick?

- Si mamá - me aclaré la voz y hablé como pude - ¿necesitas algo?

- Verte cariño - escuché su risa - quiero verte y felicitarte.

Me acerqué hasta la puerta y puse mi oido en ella.

Menudo gilipollas estás siendo Nick.

- ¿Estás sola?

- Nick - la escuché suspirar - abre la puerta cielo.

La abrí con cuidado, asomando la mitad de mi cuerpo. Parecía un puto crío pequeño escondiendome.

- Nick... - mi mamá entró al camerino cerrando la puerta tras ella - sigues haciendolo...

Y lo sabía. Sabía perfectamente a lo que se estaba refiriendo, pero quería hacer como si no pasara nada. Demasiados problemas tenía mi madre como para preocuparla por mis asuntos.

- No sé a lo que te refieres mamá.

- A que sigues encerrandote en ti mismo cuando las cosas en tu vida van bien.

- No lo hago... - tragué el nudo que tenía en la garganta, por que si no lo hacía iba a romperme.

- Cielo - se acercó, se puso frente a mi y cogió mis manos - ¿eres consciente de lo que has hecho allí fuera?

Claro que era consciente de lo que había pasado encima del escenario. Y es que nunca me había sentido así de esa manera. Con una adrenalina en el cuerpo que no podía controlar. Con ese pellizco en el estómago en cuanto pisé el escenario y las primeras frases comenzaron a salir por mi boca.

Sabía lo que habia hecho, el impacto que causé en las personas en cuanto terminé de cantar. Todo eran aplausos, gritos y chiflidos. Pero no era exactamente ese motivo el que me tenía de nuevo de esta manera. Era otro y ese otro se llamaba Taylor.

- Sé que lo hice bien mamá y que gusté a la gente - contesté seguro - pero no sé...

- Estás así por Taylor - más bien fue una afirmación. Mi madre me conocía bastante bien - esa canción, Cupido, ¿es por él?

- Todas mis canciones llevan su nombre desde hace tiempo.

Mi mamá sonrió y llevó sus manos a mi rostro.