espumado.

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Nerea

Me abro paso entre la gran cantidad de gente que había en el bar. Unos saltando y bailando eufóricamente debido a la fuerte música que sonaba por todo el lugar. Comencé a sentirme mareada segundos atrás, no sé si había sido por la cantidad de gente que llenó el lugar o si fue aquel comentario proveniente de la conocida de Eren que me hizo sentir un apretujón en las tripas.

Camino entre la gente recibiendo empujones de algunas personas hasta que finalmente logro llegar a la salida de emergencia y salir directo hacia un callejón parecido al que había al lado de la cafetería donde trabajo.

Expulso el aire que retenía en mis pulmones y por fin puedo respirar con tranquilidad. Mi cabeza sigue dando un par de vueltas, pero termino apoyando mi espalda en una de las paredes cercanas a mi rezando porque a ningún ebrio se le haya ocurrido orinar allí.

¿Qué había sido eso?

Pensé que Eren y yo teníamos algo. Algo más que una amistad.

Las palabras de aquella chica me hicieron darme cuenta de que tal vez Eren había estado viendo a más gente últimamente o que nuestros acercamientos no habían sido tan relevantes para él como lo habían sido para mi.

Siento esa irritable sensación en el estómago confirmándome que si me habían afectado el comentario de aquella chica y cierro los ojos apoyando la parte trasera de mi cabeza y mi rostro mirando al cielo.

Respiro e inhalo con profundidad intentando hacer que mágicamente mi mente borre los últimos diez minutos de mis recuerdos pero eso era imposible.

Luego de un par de minutos saco mi celular de la pequeña cartera que tenia colgada al hombro y le envío un mensaje a Ymir avisándole que tomaría un Uber para volver a casa. No espero por su mensaje porque sé que no está usando su celular y me recrimino mentalmente por no tener el valor de entrar nuevamente y despedirme de cada uno como normalmente uno haría.

Busco la aplicación de taxis en mi teléfono y no tardo más de 3 minutos en pedir uno en dirección a mi departamento. Para mi suerte había uno justo a la otra calle así que el conductor no tarda mucho tiempo en enviar la notificación de que ya había llegado.

Camino hasta la salida del callejón intentando suprimir lo mal que me sentía ahora y cuando salgo veo a algunas personas en la calle principal. Algunas pasaban al lado de la entrada del bar en donde había estado, otras estaban formadas en la fila y otros simplemente estaban fumando o bebiendo mientras esperaban por su turno de entrar.

Distingo el auto que me llevaría a mi departamento luego de un par de segundos buscando con la mirada y me dirijo hacia él haciéndole una seña con la cabeza para dejarle saber que era yo quien había pedido el transporte.

Tomo la manija de la puerta del auto trasera y la abro para poder subir cuando una mano se coloca bruscamente sobre ella y la cierra de golpe haciéndome sobresaltar.

—¿A dónde vas? Te he estado buscando hace rato, Nerea. —suelta Eren con la respiración agitada bloqueándome la entrada al auto.

—No me siento bien, Eren, vuelve adentro y disfruta la noche. —digo desviando la mirada de él para regresarla al auto y abrir la puerta de nuevo pero Eren me lo impide y nuevamente cierra la puerta golpe haciendo que el conductor girara con el ceño fruncido a vernos.

—¿Van a subir o no? —espeta molesto.

—Sí, lo siento. —hago el intento de abrir la puerta nuevamente pero Eren se me bloquea el paso posicionándose entre el auto y mi cuerpo. —¿Es enserio?

—Necesito hablar contigo. —dice con firmeza mirándome con esos ojos verdes que en este momento no deseaba mucho ver.

—Y yo necesito ir a casa.

bad guy | eren jeager. (oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora