Olivia Recalt, una reconocida bailarina y cantante, entre otras cosas, recibe la oportunidad de participar en la producción de un proyecto muy importante, no solo por la historia que cuenta, sino que, dicho proyecto estará dirigiendo uno de sus prod...
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Eran las 9:30, yo debía estar en el estudio de fotografía antes de las 10, sin pensarlo mucho. Me fui a mi cuarto y me puse lo primero que vi: un jean suelto y un top blanco. Tomé mi teléfono y lo metí en mi cartera, que, por suerte, siempre está lista para salir.
Salí y cerré la puerta con llave. Cuando miré hacia el ascensor, estaba a punto de cerrarse.
Note una figura masculina en él, me apresuré y le pedí que lo detenga, pero no lo hizo.
—¡Hijo de puta! —grite bastante enojada, como mencioné, odio llegar tarde.
En ese momento la puerta se abrió, miré hacia el frente y creo que se me cayó la tanga.
Nunca había visto a un pibe tan lindo, alto, el pelo largo hasta la nuca, y esos mechones que caían sobre su frente, sin dejar de lado sus facciones tan llamativas y esos ojos.
Aunque tenía una cara un poco extraña, debido a mi insulto.
—Ay, discúlpame. —dije apenada y entre.
—Estoy apurada, no era mi intención insultarte.—Me miro y me dijo que no había problema, creo que casi me desmayó, tenía una voz demasiado perfecta.
—¿A qué piso vas? —preguntó mirándome.
—Voy al estacionamiento.
—Dale, yo también. —dijo y presionó el botón del piso.
En el transcurso de que bajábamos, podía sentir cómo me escaneaba con la mirada. Llevo mucho tiempo viviendo aquí y nunca lo había visto, quizás se había mudado hace poco, porque créanme que si lo hubiera visto antes, nunca me olvidaría de él.
Además de eso, tenía un perfume que inundaba todo el espacio, creo que eso ya me haría estar de rodillas ante él.
Mientras me perdía en mis pensamientos, él rompió el silencio presentándose.
—Soy Enzo— y estiró su mano.
—Olivia Recalt —estreché su mano.
—¿Enzo?—dije esperando que me mencionara su apellido.
—Vogrincic
—Creo que nunca había escuchado ese apellido.
—Sí, quizás es algo raro, el tuyo me re suena, ¿tienes hermanos?
—Sí, tengo un hermano menor, se llama…
No pude terminar de hablar, ya que las puertas se abrieron y recordé lo apresurada que estaba.
