Olivia Recalt, una reconocida bailarina y cantante, entre otras cosas, recibe la oportunidad de participar en la producción de un proyecto muy importante, no solo por la historia que cuenta, sino que, dicho proyecto estará dirigiendo uno de sus prod...
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will always be him|enzo vogrincic
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Se acercó un poco a mi oído y susurró.
—¿Nerviosa?
Obvio que estoy nerviosa, si tengo al hombre más hermoso que he visto enfrente de mí, como si eso fuera poco, me está susurrando al oído.
Tardé algunos segundos en responder, porque realmente, estaba nerviosa.
—Para nada, ¿por qué debería de estarlo?
—O sea que, ¿no estás nerviosa?—dijo y negué con la cabeza. Se acercó un poco más, noté cómo apreciaba mis ojos azules, pero algo tenía que interrumpir.
—Bueno, decidan si se van a chapar o si se van a agarrar a piñas —dijo Matías.
—Ya vámonos —dije y continué caminando hacia el auto.
Cuando todos subimos, volví a poner música y empezó la peor parte.
Al recorrer todo Montevideo, dejando uno por uno en sus casas.
Bueno, es una exageración, la verdad. Primero dejamos a juani, quien vivía a una cuadra de la casa de Blas, así que bajaron juntos.
Luego dejé a mi hermano, quien antes de irse dijo algo que me causó gracia.
—Ahora, si se pueden chapar, ya no los estoy mirando. Que tengan buena noche —dijo y se dirigió a la entrada de su casa.
¿A qué se refirió con “buena noche”?
No sé y sinceramente no quiero ni pensarlo.
Ahora sí, el destino final era el edificio. Al llegar, estacioné el auto y ambos subimos al ascensor, otra vez en el mismo lugar que nos conocimos hace un par de días.
Enzo se encontraba mirando unas fotos en su teléfono, mientras que yo miraba el suelo y de vez en cuando lo miraba de reojo.
—Sos chusma, vos—dijo sin quitar la mirada de su teléfono.
