Olivia Recalt, una reconocida bailarina y cantante, entre otras cosas, recibe la oportunidad de participar en la producción de un proyecto muy importante, no solo por la historia que cuenta, sino que, dicho proyecto estará dirigiendo uno de sus prod...
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Desperté agitado, abrí mis ojos de golpe y miré a mi alrededor.
Estaba en el auto, estábamos yendo a buscar a Olivia.
Todo fue un sueño, una pesadilla horrible.
Tomé un respiro cuando noté que solo fue un mal sueño. Matías, que estaba a mi lado, me preguntó si todo estaba bien.
-Sí, solo un mal sueño, tranqui -sonreí levemente y continué mirando por la ventana.
-Ya casi llegamos-dijo el hombre que manejaba mientras doblaba en una esquina y se adentraba a un complejo de casas.
Con la ayuda de la ubicación exacta pudimos ubicar la casa. Claramente, no íbamos a tocar la puerta, simplemente el oficial le dio una patada y la abrió.
Entraron apuntando hacia todos lados, nunca se sabe.
Abrieron puerta por puerta, pero no había nada, únicamente habitaciones vacías.
Solo quedaba una puerta, tenía que estar ahí, me rehusó a pensar lo contrario. Sé que está ahí.
Al abrir la puerta, efectivamente, ella estaba ahí.
En ese momento no sabía si estaba inconsciente, dormida, incluso muerta.
Esta última opción desapareció al ver que se movió, esto fue un gran respiro para mí y para todos los presentes aquí.
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Nos habían dicho que no pasáramos por nuestra propia seguridad, pero no me iba a quedar ahí afuera esperando a ver si está viva o no, no podría hacerlo. Por lo que entramos todos.
Los oficiales se acercaron a ella lentamente y comenzaron a soltar sus manos, pero esto se vio interrumpido por una voz.
-¡Más les vale que ninguno se mueva!-dijo el dueño de esa voz mientras nos apuntaba con una pistola.
Se mueven y les vuelvo la cabeza de un tiro a todos
-¡Baje el arma y las manos en donde podáis verlas!-grito un oficial mientras lo apuntaba, pero este hombre no hizo caso al pedido.
