Olivia Recalt, una reconocida bailarina y cantante, entre otras cosas, recibe la oportunidad de participar en la producción de un proyecto muy importante, no solo por la historia que cuenta, sino que, dicho proyecto estará dirigiendo uno de sus prod...
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Maratón 2/3
Narra Olivia:
Me encuentro en el aeropuerto justo a los chicos, sí, nuevamente.
Para ponerlos en contexto, hace un par de días Pipe organizó unas vacaciones en Cancún, quería cerrar el verano con esto y decidimos ir todos.
—¿Todos dejaron las valijas?— pregunté mientras los miraba asegurándome de que todo esté correcto
—Espero que no me la pierdan—dijo Juani y comencé a reírme, en lo que va del mes ya dos aerolíneas le perdieron las valijas, no tiene muy buena suerte.
—Es que tú tenés mala suerte—agrego Denisse, la hermana de Pipe, quien, por cierto, no conocía.
Al parecer todos los conocían, yo no recuerdo haberla visto nunca y jamás escuché sobre ella, pero parecía una chica muy amable.
Mientras pasábamos los controles, tuvimos un pequeño problema con el permiso de viaje de Denisse.
—¿Sos menor de edad?—preguntó Blas casi en un grito, quien ya le había puesto el ojo a la chica y era notorio.
—Sí, ¿no se nota?—pregunto y todos negamos
—La verdad es que no, parecer de 30—bromeo Felipe y ella lo empujó levemente.
Finalmente, pudimos pasar y embarcar nuestro vuelo. No era un vuelo tan largo, pero era bastante tarde, por lo que se prestaba para dormir.
Últimamente, había sentido unas pequeñas molestias en mi vientre, pero al no ser tan fuertes o preocupantes decidí solo enviarle un mensaje a mi ginecóloga, quien me menciono que era algo normal, pero aun así estás molestias continuaban.
—¿Te sientes bien linda?—preguntó Enzo mientras acariciaba mi mano
—Sí, corazón, está todo bien—sonreí para darle tranquilidad, aunque no pareció muy convencido con mi respuesta
—¿Estás segura?—pregunto mirándome a los ojos, era difícil mentirle, pero no era algo de lo que tenía que preocuparme.
—Sí, estoy muy segura— hablé, dudo por algunos segundos hasta que una sonrisa se formó en su rostro, dejo un corto beso en mi frente y volvió a recostarse.
Mi plan era dormir todo el vuelo o la mayoría posible, pero detrás había una señora junto a un bebé, el cual lloraba sin parar.
No lo culpo, es natural, pero si algo molesto para dormir, no quiero imaginarme que en pocos meses así estaré yo, aunque no es algo que me moleste, al contrario, me muero de emoción por conocerlo.
Aunque mis pensamientos me mantenían distraída, mi cuerpo poco a poco iba cayendo rendido ante el cansancio que tenía.
