Ruidos extraños • 36

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Advertencia: lenguaje +18

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Advertencia: lenguaje +18

No lograba dormir, el maquillaje me incomodaba, por lo que decidí levantarme y desmaquillarme, normalmente lo hago, pero estaba tan cansada que solo me tiré a dormir, sin éxito.

Mientras retiraba el rímel de mis pestañas y en mis audífonos sonaba “Glitch”, escuché que la puerta de la habitación se abría, asomé la cabeza y allí estaba Enzo, quien me sonrió.

Él se había quedado con los chicos en la playa, aunque me acompaño hasta aquí para que no volviera sola y después regreso.

Algunos minutos después, salí del baño con tan solo mi ropa interior, no piensen mal, mi plan era dormir. Aunque mi acompañante parecía tener otros planes.

Iba concentrada en mi teléfono, leyendo un mail, aun así podía sentir una mirada sobre mí, una mirada que ya conocía.

Me senté en la cama mientras aún seguía leyendo aquel mail, al cual le estaba prestando la mayor atención posible, teniendo en cuenta que sé que ahora mismo está detrás de mí.

—¿Qué lees?—dijo muy cerca de mi oído, lo cual me hizo sobresaltarme levemente, no creí que estuviera muy cerca.

—Un mail—dije intentando disimular mi nerviosismo, aunque Enzo me conoce demasiado.

—¿Tan interesante está que no me miras a los ojos?—pregunto, ¿y ahora que le digo?

Apague mi celular y lo deje en la pequeña mesita que estaba al lado de la cama, me di la vuelta y lo miré, no sé si era idea mía, la luz o que cosa, que sus ojos marrones estaban oscuros, muy oscuros.

—No me mires así Enzo— susurré, su mirada estaba realmente clavada en mí, me miraba de arriba a abajo, como lo hizo la primera vez que me vio 

—¿Ahora me vas a pedir que no te mire?—cuestiono antes de dejar un beso húmedo en mi cuello, creo que se me cayó la ropa.

—No te estoy pidiendo nada—sonreí inocentemente, fue la única respuesta que mi mente pudo formular.

—Cállate—dijo y se dignó a besarme, al fin, 5 minutos esperando y nada.

Intenté llevar un beso lento, tierno, como esos de las películas románticas, en los que después se dicen te amo y se abrazan, que lindo.

Pero me dieron vuelta la tortilla, Enzo no quería un beso tierno ni mucho menos lento, se fue a lo brusco.

Nos separamos por la falta de aire, no sin antes morder mi labio inferior, siempre lo hace y me dan ganas de matarlo. 

Soltó una pequeña risa burlona, pero antes de que pudiera decirle algo volvió a besarme, lo he mencionado antes, es como droga, una vez que lo pruebas, no puedes detenerte.

Sus manos, las cuales primeramente estaban en mi cuello, se deslizaron hacia mi cintura en donde dejaron algunas caricias y continuaron bajando.

Realmente era una posición incómoda, ambos estábamos sentados, por lo que me subí a su regazo y continué besándolo, como si fuera el último día de mundo, así mismo.

will always be him • enzo vogrincic Where stories live. Discover now