<< 𝟏𝟗 >>

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Al vizconde Bridgerton se le vio bailando también con la Señorita Annette Basset, algo sorprendente, ya que esta temporada, a comparación de la anterior, no se les había visto cerca en ninguna de las reuniones sociales, la señorita Basset parecía huir siempre que veía al vizconde.

La tensión era palpable entre ellos, mucho más intensa que nunca.

¿Qué habrá sucedido entre el vizconde Bridgerton y la Señorita Basset?

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN

22 de abril de 1814

— ¿Podrías parar de arrastrarme, por favor? —dijo Annette, entre dientes.

Él aflojó el asimiento con gran ostentación.

— Gracias— siseó.

Empezaron a moverse siguiendo los pasos de la melodía, en silencio, otra vez sentía esa corriente eléctrica que odiaba y solo le pasaba cuando estaba con él.

Los dos se acordaron de su último baile, en donde algo cambió entre ellos, ese baile fue perfecto, lo que vino después de eso ya no.

— ¿Se puede saber porque has aceptado la petición de tu hermano y me has traído a la pista de baile?

— ¿No querías que te trajera? — preguntó con una sonrisa ladina.

Ella le pisó el pie, a propósito.

Anthony intentó disimular la mueca de dolor, fallando en el intento.

Annette sonrió victoriosa.

— Te lo mereces.

Los músculos de su mandíbula se tensaron.

— Eres insufrible— murmuró.

— Todavía puedo serlo más— dijo, sonriendo cínicamente y dirigiendo su mirada − que hasta ese momento había estado en su barbilla − hacia sus ojos.

— Atrévete— susurró en su oído.

Un escalofrío recorrió por toda su espina dorsal.

— No me has respondido mi pregunta — dijo, cambiando de tema.

— Tú tampoco.

Otro pisotón.

— Uy, perdón— se disculpó con una sonrisa.

— Mujer, tu destreza en el baile ha empeorado.

— Yo de ti sería más meticuloso con la elección de las palabras, si no quieres acabar lisiado.

Él arrojó la cabeza hacia atrás y se rio. Varios curiosos se giraron en su dirección.

— ¿Podrías parar de reírte? Nos está mirando todo el mundo— dijo entre dientes.

— La gente ha empezado a mirar hace tiempo— le contestó—, no están acostumbrados a que bailemos juntos.

La francesa resopló.

Volvieron a quedarse en silencio y sin ninguno responder la pregunta del otro, porque si lo hacían se iban a mentir entre ellos.

Anthony había aceptado la petición de Colin, por dos razones: la primera para que Annette dejara de ridiculizarlo delante de su hermano y la Señorita Sheffield, y la segunda, porque le apetecía, hacía una eternidad que no bailaban juntos.

En cuanto a Annette, por mucho que quisiera demostrar que bailar con Anthony era para ella como bajar al mismísimo infierno, en realidad, no le desagradaba tanto la idea.

𝐌𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐔𝐑 - 𝗮𝗻𝘁𝗵𝗼𝗻𝘆 𝗯𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲𝗿𝘁𝗼𝗻Where stories live. Discover now