𝐌𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐔𝐑 - 𝗮𝗻𝘁𝗵𝗼𝗻𝘆 𝗯𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲𝗿𝘁𝗼𝗻

<< 𝟐𝟎 >>

Lamentablemente, Esta Autora ha sido incapaz de determinar todos los detalles, pero el pasado jueves hubo un considerable revuelo cerca de The Serpentine en Hyde Park en el que estuvieron implicados el vizconde de Bridgerton, el señor Nigel Berbrooke, las dos señoritas Sheffield, la señorita Basset y dos perros no identificados de raza indeterminada. Esta Autora no fue testigo presencial, pero todas las versiones parecen apuntar a que los perros no identificados se alzaron como vencedores.

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN

25 de abril de 1814

Iban caminando en silencio durante el trayecto, hasta que, sin más preámbulos, Anthony dijo:

- Mi hermano nos la jugó ayer por la noche.

- Ya- respondió -, como hoy tu hermana- murmuró fastidiada, rodando los ojos.

Anthony no pudo evitar sonreír.

- En teoría ibas a bailar con la Señorita Sheffield, pero en algún punto pensó que sería más buena idea que bailáramos tú y yo- explicó Annette-. Tu hermano quería torturarnos.

- Es vil y cruel- dijo sonriendo ladinamente.

- Al parecer eso es algo común entre los hermanos Bridgerton- siseó.

Borró la sonrisa al momento.

Ese comentario era para él y Anthony volvió a sentirse culpable.

Lo correcto era tragarse el orgullo.

- Annette, sobre ayer...

- Déjalo estar Anthony- interrumpió-. ¿Al final es lo que piensas no?

El hombre negó.

- Siento haberte herido, no era mi intención- se disculpó.

La castaña rio sarcásticamente.

- Para decir mentiras mejor no te disculpes- dijo Annette-. Sí tenías intención de herirme, porque en vez de eso, podrías haber dicho un simple no, pero preferiste hacer daño- lo miró-. Pero tampoco puedo esperar mucho de una persona que sin razón alguna empezó a ignorarme.

El hombre suspiró e intentó hablar, pero Annette dijo:

- No quiero hablar más del tema Anthony- murmuró.

El hombre sintió su pecho estrujarse.

Sabía que tenía razón, no había justificación alguna para hacer lo que hizo.

Volvieron a quedarse en silencio. La tensión estaba en el aire, aunque tampoco era incómodo, ya estaban acostumbrados.

Habían llegado a Knightsbridge, de modo que él la cogió del brazo para cruzar la carretera y tomar uno de los pequeños senderos que llevaban al paseo de South Carriage Road, ya dentro de Hyde Park.

Annette lo miró de reojo al ver que le había agarrado el brazo, pero no comentó nada al respecto.

Cacahuete, aceleró el paso de forma considerable nada más entraron en un entorno más verde, el cachorro no podía estar más contento, estaba maravillado con todas las flores, animalillos o transeúnte que se cruzaba en su camino.

El aire primaveral era fresco, pero el sol calentaba y el cielo era de un sorprendente azul claro después de tantos días de lluvia típicamente londinense.

- ¿Te parece si vamos hasta Rotten Row? -le preguntó a Annette.

Tenía el rostro inclinado hacia arriba, al sol, y disfrutaba de su calor.

Anthony sintió una penetrante punzada de... ¿algo?

¿Deseo tal vez?

Sacudió un poco la cabeza. Pensaba que ya lo tenía superado, aunque para que mentirse, esa mujer provocaba algo en sus entrañas que nadie más hacía.