𝐌𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐔𝐑 - 𝗮𝗻𝘁𝗵𝗼𝗻𝘆 𝗯𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲𝗿𝘁𝗼𝗻

<< 𝟖 >>

La conexión entre dos personas es algo único, pocas personas la tienen, pero esas que la tienen, son personas que cuando se ven, saltan chispas, se complementan y se miran como si solo existieran ellos en el mundo.

Y unas de esas personas que poseen eso, son el vizconde Bridgerton y la señorita Basset, y si no me creen tan solo tenéis que observarlos en la pista de baile, no hacen falta palabras entre ellos para ver la conexión que tienen, sus toques, sus miradas, sus movimientos lo dicen todo.

Es envidiable ver el amor que transmiten, es amor verdadero y pocas veces he podido presenciar eso.

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN
14 de Mayo de 1813

A media mañana, Annette, todavía yacía en cama, su doncella había venido a su habitación despertándola, diciendo que una señorita de su clase no debía permanecer en cama a esas horas, eso había sido dos horas atrás, la chica le había respondido que no se encontraba bien, consiguiendo que se fuera.

Se encontraba perfectamente, no podía estar mejor de salud, pero estaba empezando a desvariar, había soñado algo de lo más extraño, cada vez que le venía a la cabeza sentía como su cara tomaba un color carmesí.

Nunca pensó que soñaría con él, al menos de esa manera, tampoco pensó que podía soñar algo como eso, algo un tanto indecente.

Se encontraba en el río Támesis completamente sola, bañándose, se hundió debajo del agua y sintió como alguien la agarraba suavemente de la cintura llevándola a la superficie y ahí lo vio, tenía el mismo aspecto que esa misma tarde, pero con una sonrisa que no había tenido en ese momento.

Estaban muy cerca uno del otro, sus narices rozaban, sentía el aliento de él y entonces pasó, Anthony capturó los labios de ella suavemente, en un dulce y suave beso, pero suficiente para poder sonrojarse.

Decidió pensar que su cabeza estaba empezando a desvariar, siempre se había dicho que los sueños no tenían sentido, definitivamente eso no era un sueño, era más bien una pesadilla, pensó Annette.

Anthony era su amigo y solo eso, debía reconocer que los dos habían estado muy juntos desde su vuelta a Francia, pero no se había planteado verlo con otros ojos que amistad, eso tal vez no era del todo cierto, antes de ir a Francia tuvo un pequeño enamoramiento en el Bridgerton mayor, pero cuando fue a Francia este, se esfumó a la semana, cuando llegó a Inglaterra no sintió nada por él y en ese momento tampoco lo sentía, pero ese sueño..., no, ella no elegía lo que soñaba.

Sabía que era momento de levantarse, así que salió de la cama y con ayuda de su doncella se vistió con un vestido azulado.

Fue hasta el comedor donde la comida estaba ya servida y ahí se encontraba Simon.

— Buenos días— dijo Annette sentándose en la mesa.

— Más bien buenas tardes— dijo sonriendo Simon.

— Lo que sea— movió lo mano.

— Me han comentado que te encontrabas enferma, ¿estás mejor?

— Oh, eso— dijo por lo bajo.

«Otra vez no, no te pongas roja, ha sido solo un sueño», pensó Annette.

— ¿Qué has dicho?— preguntó Simon.

— Me encuentro mucho mejor.

— Me alegro.

Se quedaron comiendo en silencio, solo con el ruido de las cucharas chocando contra los platos de fondo.

— Simon— rompió el silencio la chica.

— ¿Hmm?

— Estos últimos años, ¿has viajado mucho no?