𝐌𝐎𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐔𝐑 - 𝗮𝗻𝘁𝗵𝗼𝗻𝘆 𝗯𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲𝗿𝘁𝗼𝗻

<< 𝟓 >>

Capítulo editado

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Se dice por ahí que el vizconde Bridgerton ha estado diversas veces a punto de abalanzarse sobre lord McKellen, solamente ha salido ileso gracias o los otros dos hermanos Bridgerton que lo han parado a tiempo.

¿Será que está celoso porque intenta cortejar a la señorita Basset? ¿O habrá alguna cosa más detrás?

REVISTA DE SOCIEDAD DE LADY WHISTLEDOWN,
3 de mayo de 1813

Annette desde la otra punta de la mesa observó como Simon no estaba preparado para cenar con los Bridgerton.

Fue una comida ruidosa y escandalosa, con muchas risas y, afortunadamente, sólo un episodio de un guisante volador, algo de lo que el duque no estaba para nada acostumbrado, a diferencia de Annette.

Hyacinth, que estaba sentada a la derecha de Daphne lo miró a los ojos y
dijo:

—Usted no es muy hablador, ¿verdad?

Violet se atragantó con el vino.

—El duque —le dijo Daphne—, es mucho más educado que nosotros, que
estamos constantemente cambiando de conversación en interrumpiéndonos unos a los otros como si nos diera miedo que no nos fueran a oír.

—A mi no me da miedo que no me vayan a oír —dijo Gregory.

—A mí tampoco —dijo Violet, muy seca—. Gregory, cómete los guisantes.

—Pero Hyacinth...

Annette miraba la escena con una sonrisa divertida.

—Lady Bridgerton —dijo Simon, en voz alta—, ¿le importaría que me sirviera un poco más de estos deliciosos guisantes?

—En absoluto. —Violet le lanzó una mirada aleccionadora a Gregory—. ¿Ves? El duque se come todos sus guisantes.

Gregory se comió todo el plato de legumbres.

—Anthony, ¿por qué frunces el ceño? —preguntó Francesca.

Annette le dio un suave codazo y le dijo por lo bajo:

— Quita esa cara Anthony. Te van a salir arrugas de tanto fruncir el ceño.

—No frunzo el ceño —respondió Anthony.

—Sí que lo haces —dijo Eloise.

El tono de la respuesta de Anthony fue extremadamente condescendiente.

—Si crees que voy a decir que no, lamento decirte que estás equivocada.

Annette se rió intentado disimular, fallando en el intento.

Anthony la miró de reojo intentando no sonreír al escuchar su risa.

—Os voy a decir una cosa —anunció de repente Violet—. Creo que esta noche es una de las más agradables del año. A pesar—dijo, mirando a Hyacinth—, que mi hija pequeña tire los guisantes debajo de la mesa.