Mentira de amor

14: Retiró

— ¿Por qué siempre llegas antes que todos? — Pregunté 

Observé el local, aún no estaba lleno, solo los meseros estaban allí, terminando de arreglar el lugar, los invitados aún no habían llegado.

Eran las siete y la invitación estaba programada para las ocho. Siempre he preferido llegar antes que todos para asegurarme de que todo salga como debe, pero no siempre soy la única que llega temprano.

— Porque tu padre no lo hará y alguien tiene que recibir a los invitados. — Contestó — ¿Qué te pasó en el labio?

— Me golpeé con la puerta. 

— Deberías tener más cuidado. — Comentó — ¿Leah vendrá?

— Quizás, no estoy segura.

— ¿Cómo que no estás segura? ¿Acaso no viven juntas?

— Una cosa no tiene nada que ver con la otra, abuelo. — Repliqué

— Buena forma de decirme que no te interesa lo que haga o deje de hacer tu esposa, Kayla.

— Es que no lo hace. — Dije honestamente — Leah es mi esposa, pero eso no le quita su libertad para hacer lo que quiera y viceversa. No voy a obligarla a asistir a estos eventos tan aburridos solo porque está casada conmigo.

— No se ve bien que no asista, debería demostrar su apoyo hacia ti.

— No me preocupa en lo más mínimo cómo se vea, abuelo. — Respondí — Y no tiene que demostrar nada ante nadie por estar casada conmigo.

— ¿Y qué dirán los medios mañana si ella no se aparece?

— Si vienen por ese motivo, entonces creo que lo mejor será no dejarlos entrar. — Mencioné — Se supone que vienen por el retiro de mi padre, no para hablar de mi "perfecto y feliz matrimonio".

— Vienen por ti no por él. — Aclaró — Llamaré a su padre y se lo preguntaré. 

— No tienes que hacerlo, pero no te importa lo que digo igual lo harás, ¿verdad? — Dije viendo mi celular — Vendré a las ocho y algo.

— ¿No te vas a quedar a ver que todo salga como se debe y a recibir a los invitados conmigo?

— Negué con la cabeza — Dos personas son multitud, lo harás bien solo, abuelo.

— ¿A dónde iras?

— No lo sé, no muy lejos. — Contesté mientras me alejaba — Nos vemos, abuelo.

Después de salir del local, me dirigí hacia mi coche y decidí quedarme allí un rato, me acomodé en el asiento y saqué mi teléfono para ver seguir viendo "You", ayer comencé a verla y ahora solo me faltaba un capítulo para terminarla.

El tiempo pasó rápidamente mientras la veía, sin darme cuenta, los minutos avanzaron y ya eran las 8:35 de la noche.

— Carajo ...

Guarde mi celular y baje del coche, cerré la puerta y caminé de vuelta hacia el local, mientras me acercaba, podía escuchar el murmullo de las conversaciones cada vez más cerca y la música.

Antes de entrar, decidí detenerme por un momento y tomar una respiración profunda, con una sonrisa en mi rostro, ingresé al local y saludé a todos con la mirada y saludos cortos verbales.

— ¿Dónde estabas? — Pregunto Mauro entre dientes manteniendo una sonrisa

— Por ahí. — Contesté manteniendo la sonrisa — ¿Mis padres? ¿Ya llegaron?