Te quiero

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*Sábado 6 de septiembre*

João

Después de dos horas y media más de viaje por fin habíamos llegado a Montserrat. Moví un poco a Gavi que estaba durmiendo sobre mi y él se levantó, intentó darme un beso en los labios pero lo aparté, para que no se diesen cuenta nuestros amigos, pero a él pareció molestarle y se bajó del coche enfurruñado.

Sacamos todas las cosas y las pusimos en un pequeño prado que había. Montamos las tiendas de campaña y Ferran, Pedri y Balde se fueron a buscar leña para hacer una fogata y Fermín, Lamine, Gavi y yo nos quedamos para terminar de montar las cosas.

Cuando lo tuvimos todo preparado vi como Gavi se iba del grupo y decidí seguirlo. Se paró al frente de un mini acantilado que había en la montaña desde que se veía un atardecer precioso y rojizo y se sentó al borde. Sacó su móvil y le tomó algunas fotos. Después volvió a guardarlo en el bolsillo.

Me acerqué y me senté al lado de él, pero no apartó la mirada del cielo.

— ¿Por qué me has apartado cuando he ido a darte un beso?— preguntó de repente.

Miré su perfil y tragué.

— Pues para que no nos vieran.

Él se giró hacia a mí.

— João, ¿Ya no te gusto?— se giró y pude ver como una lágrima rebelde escapó de su ojo.

— ¿Que? No, claro que me gustas Gavi, mucho. No te he dado el beso porque estaban delante. No pienses otra cosa.

— ¿Seguro?— preguntó con la voz ronca a punto de llorar.

— Si, amor, ¿Como no me vas a gustar?— dije atrayéndolo hacía mi pecho para abrazarlo— Me encantas, no pienses lo contrario, te prometí una cosa, que lo nuestro iba a funcionar, y lo voy a cumplir, porque me importas, creeme porfavor.

Noté como empezaba a llorar y empapaba mi sudadera.

— Perdón, no se que me pasa, claro que te creo, es que soy muy inseguro.

— Pero bebé, no llores, te prometo que conmigo te olvidarás de esas inseguridades.

Él me abrazó más fuerte y pronunció las palabras que hicieron que mi corazón diera varios vuelcos de alegría.

— Te quiero João.

— Yo también te quiero Pablo— acaricié su pelo con mi mano libre y dejé varios besos en su cabeza.

Después de ver el atardecer volvimos con el grupo y la fogata ya estaba encendida, nos sentamos todos alrededor del fuego y mientras cenábamos unos bocadillos estuvimos hablando con charlas entretenidas.

Cuando terminamos repartimos las tiendas de campaña, en la más grande irían Lamine, Balde y Fermín, en otra irían Pedri y Gavi y en la última Ferran y yo.

Todos nos despedimos y nos fuimos a dormir. Pero al rato, cuando ya todos estaban dormidos escuché como alguien salía de su tienda, y al mirar vi que era Gavi.

Salí de mi tienda con mucho silencio y cuando estuve justo detrás de él pasé mis brazos por su cintura atrayéndolo hacía a mí para abrazarlo.

Él me agarró los brazos también y dejó caer su cabeza en mi pecho. Me vino su olor tan característico a caramelo, me encantaba como olía Gavi, era un olor que me tenía viciado, todo él me tenía viciado, su olor, sus labios, sus ojos, su sonrisa, su voz, su risa, su cuerpo. Todo.

Se separó de mí y entrelazó nuestras manos para guiarme hasta el acantilado de antes. Estiró una manta en el césped y se tumbó, con su mano dió varios golpecitos en el suelo para darme a entender que me sentará junto a él.

Lo hice y ambos nos quedamos en silencio mirando el cielo estrellado de Montserrat. Su mano encontró la mía y las entrelazamos, hacía un poco de fresco, así que se acurrucó contra mí y puso su cabeza en mi pecho. Metí mi mano por debajo de su sudadera para darle unas caricias.

— Ay João— dijo riendo en un susurro— Que tienes las manos heladas.

— Perdón— susurré riendo.

— No pasa nada, sigue que me gusta.

Seguí dándole caricias de arriba a abajo un rato.

Veo que sube su mirada hacía la mía y nos quedamos varios minutos mirándonos fijamente. Y no me doy cuenta de que estaba conteniendo el aliento hasta que he visto como, poco a poco, va apareciendo esa pequeña sonrisa en sus labios que iluminan mi mundo.

— João— me llama.

— Dime— dije pasando la mano por su flequillo acariciandolo.

— ¿Has pensado en algún momento que pasaría si alguien nos descubre?

Su pregunta me dejó un poco descolocado, así que miré al cielo negando con la cabeza y hablé.

— Lo que si sé es que te voy a cuidar siempre, porque alguien como tú merece todo lo bonito de este mundo, quiero quedarme contigo, no me importa que tan difícil sea.

Vi como sus mejillas tomaron un color rosado y las mías hicieron lo mismo. Después se escondió en mi pecho y oí una risita nerviosa.

Estuvimos un rato abrazados bajo las estrellas demostrándonos el cariño que nos teníamos mediante gestos como caricias y besos. Después recogimos la manta y volvimos a las tiendas agarrados de la mano.

Echó a andar hacía su tienda pero antes de que se descolgara de mi mano tiré de él hacía a mí para agarrarlo de la cintura y darle un beso en los labios. Noté como sonreía a la mitad del beso.

— Buenas noches— le susurré sonriendo.

— Buenas noches— contestó él dejando un pico corto en mis labios.

— Te quiero— le dije sonriendo.

— Y yo— rió con nerviosismo antes de dejar otro pico en mis labios y ahora sí nos retiráramos cada uno a nuestra tienda.

Cuando entré en la mía Ferran estaba dormido profundamente, así que con mucho cuidado me tumbé a su lado, me tapé con la manta e intenté dormirme debido a que sus ronquidos me hacían reír. Poco después conseguí que mis ojos se cerrasen y pudiese conciliar el sueño unas horas antes de despertarnos para el nuevo día que nos esperaba.

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Hola holaa, ¿que tal? espero que os haya gustado este capítulo. aquí hemos visto uno de los lados más sentimentales de Gavi y el más cariñoso de João. si os está gustado dejad vuestra estrellita e id a darle apoyo a mi video en tiktokkk. nos vemos en el próximo capítuloooo. chaooooooooooo🫶🏼

El Último Partido (João Félix X Gavi)Where stories live. Discover now