Operación

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*Martes 28 de noviembre*

Gavi

Ya estaba en el hospital tumbado en la camilla esperando a que me llevarán al quirófano, y João estaba a mi lado agarrando mi mano con fuerza mientras proporcionaba ligeras caricias sobre esta.

Unos minutos después una mujer mayor de pelo rubio y gafas, entró y agarró la camilla.

— ¿Listo Gavi? Vamos a entrar ya.

Yo asentí con la cabeza y después de abrazar a João y que este dejase un beso suave en mi mejilla solté su mano y la señora me llevó hasta quirófano por los pasillos blancos con luces blancas del hospital.

Cuando entramos en la sala el doctor me miró sonriente.

— Buenos días Gavi, no te preocupes de nada, en cuanto despiertes estarás como nuevo.

Y después de eso me pusieron una máscara y caí profundamente dormido...

Al despertar no sabía muy bien dónde estaba y sentía un dolor punzante en la pierna, pero lo supe cuando vi ahí a João agarrándome de la mano.

— Gavi, por fin despiertas— dijo sonriente.

Y yo me eché a llorar.

— ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras amor?

— Po-porque te has quedado, has esperado a que me despertase...— dije sin parar de llorar.

— Pues claro que sí bebé, te lo prometí y lo he cumplido.

Después de eso nos unimos en un abrazo hasta que dejé de llorar.

— ¿Te duele?— preguntó.

Asentí.

— Un poco, pero mucho menos que antes.

— Bueno, piensa que se ha acabado lo malo y que ahora solo te tienes que centrar en la recuperación.

Yo asentí sonriendo.

Después de unos minutos entró la enfermera, me hizo algunas pruebas y me trajó la comida. No era lo más bueno del mundo pero me conformé.

João se empeñó en darme la sopa, y aunque yo podía coger la cuchara solo, dejé que me cuidara, porque a mí me hacía feliz y a él también.

Esa misma tarde me dieron el alta y me dijeron que ya podría volver a casa, así que recogí todas mis cosas y con ayuda de João llegué hasta su coche, de camino hablé por teléfono con mis padres y con mi hermana para decirles que estaba bien. Y cuando colgué ya habíamos llegado.

En cuanto entramos por casa, João me dejó tumbado en el sofá y se sentó junto a mí.

— ¿Te apetece ver una película?

Yo asentí sonriendo y nos tumbamos juntos para verla.

Después de bastante rato, los protagonistas empezaron a besarse y a tener una escena de sexo, no pude evitar que mi miembro bombease y se pusiera duro dentro de mi pantalón.

Cogí un cojín lo más rápido que pude y me tapé para que João no se diese cuenta, pero lo hizo y empezó a reírse pausando la película.

— ¿Problemas en el paraíso bebé?— preguntó mientras reía.

— No me hace gracia.

— A mi sí, pero si quieres...— dijo pasándose la lengua por los labios— Puedo hacer que se te baje... Sólo y únicamente si quieres, no quiero hacerte daño en la pierna Gavi.

— Si— casi no le dejé terminar cuando le dije que si y empecé a quitarme la camiseta.

Él me paró.

— Deja que lo haga yo.

Cogió el borde de mi camiseta y la sacó por mi cabeza lentamente dejándola a un lado. Después empezó a hacer un recorrido de besos húmedos y lametones desde mi clavícula hasta la parte baja de mi abdomen.

Desató el cordón de los pantalones de chándal con delicadeza y los bajó hasta mi culo. Dejándome únicamente en boxers, y dejó un beso en mi miembro sobre la tela.

Después empezó a bajar también mis boxers con cuidado y se relamió los labios cuando vio mi miembro palpitante.

Se acercó, lo lamió de arriba a abajo y se lo metió entero en la boca, yo no pude evitar gemir de placer al estar dentro de su boca. Su lengua hacia un recorrido en círculos en mi punta y subía al resto.

Puse mis dedos entre su pelo como un acto reflejo y empecé a guiar sus movimientos, como a mí me gustaba, cada vez más rápido.

Mi cabeza se fue para atrás al notar en mi muslo como su erección también estaba palpitante.

— Jo-João me vo-voy a correr...— gemí de placer cuando ya estaba cerca.

— Hazlo, correte para mí cariño.

Y después de eso grité de placer al correrme en su boca. Después se sacó mi miembro de la boca y se relamió los labios retirando todas las gotas del liquido blanco de su boca. Para después sentarse a mi lado.

Me subí los boxers y pantalones pero me di cuenta de que João también tenía ese problemita en el paraíso.

— ¿Tu también tienes problemas en el paraíso?— dije riendo.

— Es que escucharte gemir me pone... Mucho— dijo susurrando en mi oído.

— Bueno, eso puedo solucionarlo...

Acerqué mi mano con cuidado a su pantalón y cuando asintió la metí debajo de sus boxers.

Él soltó un gemido.

— Es-Esta fría.

— Lo siento, siempre tengo las manos frías.

— No te preocupes, me-me gusta...

Rodeé con mi mano su erección y empecé a hacer movimientos de arriba a abajo cada vez más rápidos, y João gemía sin parar ante mi tacto.

Después de correrse, ambos nos limpiamos y seguimos viendo la película, después cenamos lo que João preparó, que como siempre estaba todo buenísimo y se quedó a dormir conmigo para segurarse de que pasaba bien la noche...

——
holaaaaa, ¿que tal? ya solo quedan cuatro capítulos para que se termine esta historia, ¿estáis preparados? yo no🥹 espero que os haya gustado este capítulo, ya tocaba algo de spicy🌶 no?🫣🥴 ya sabéis que una ☆ se agradece un montón y nos vemos en el antepenúltimooo, chaoooo♥️🫶🏼

El Último Partido (João Félix X Gavi)Where stories live. Discover now