Selección

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*Martes 12 de septiembre*

Gavi

Me encontraba en mi casa haciendo la maleta para ir a Granada, donde se jugaría el partido de España contra Chipre debido al parón de selecciones.

Estaba un poco apenado porque Pedri se había lesionado y no podría venir conmigo, pero contento porque tenía muchas ganas de volver a pisar tierras andaluzas después de tanto tiempo. Pues de pequeño había estado muchas veces en Granada, y la verdad me encantaba aquella ciudad nazarí.

Cuando ya tuve la maleta fui al baño para curarme la oreja, pues en un partido de esta semana un jugador del equipo contrario me pegó un codazo haciendo que se me abriese entera y tuviesen que graparmela, me dolía un poco, pero era soportable.

Después de desinfectarla, cogí la maleta, las llaves y el móvil y salí de mi casa para montarme en mi coche. Conduje media hora hasta que llegué al aeropuerto y allí me encontré a Ferran, Balde y Lamine hablando.

Me uní a ellos y poco después subimos al avión con el resto de compañeros de selección. Después de una hora de viaje por fin llegamos a Granada.

Al bajar del avión nos llevaron en el autobús hasta el hotel, y allí pudimos descansar un poco, para después cenar algo e irnos a la cama.

No paraba de dar algunas vueltas en la cama ya que me había quedado con un poco de hambre, así que me levanté para dirigirme al comedor del hotel y allí encontré a uno de los camareros.

— Perdona, me he quedado un poco con hambre, ¿Podría tomarme algún yogurt?

— Claro— dijo el hombre sonriente.

— De macedonia y de plátano porfa— pedí yo mientras buscaba en la nevera.

Él me dió los dos yogures y se lo agradecí.

— ¿Eres Gavi, verdad?— preguntó antes de que me marchará.

Yo asentí con la cabeza.

— ¿Te importaría firmarme esto? Es para mí hija.

— Claro— dije sonriente cogiendo el rotulador para firmar la camiseta y el papel que me extendía— ¿Como se llama?— pregunté para dejarle una dedicatoria.

— Carmen.

Yo asentí mientras escribía y después me saque algunas cosas del bolsillo.

— Toma— le dije tendiéndole algunos suplementos y una copia de la tarjeta de mi habitación— Regalásela, seguro que le hace mucha ilusión.

El hombre sonrió y me lo agradeció. Después me comí los yogures mientras hablaba con él y me fui a la cama ya si para dormir.

La mañana siguiente estuvimos todo el día entrenando hasta que en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos preparados para salir al campo.

Jugábamos en Los Cármenes, el estadio local de allí, era un estadio pequeño, con poco aforo, pero se veía a los aficionados españoles encantados de estar allí cuando salimos mientras sonaba el himno.

Yo llevaba un casco negro para que no me dieran en la oreja, y mis amigos no habían parado de reírse diciendo que parecía un jugador de waterpolo.

El partido comenzó y estábamos teniendo bastantes oportunidades de meter gol. Habían pitado un corner a nuestra favor y todos estábamos metidos dentro del área para golpear el balón, fue el minuto 18, el balón voló por encima de la portería y yo salté para darle con la cabeza, y... Gol, toda la grada cantó y gritó mi nombre cuando metí el balón en la portería.

Corrimos todos hasta el corner para celebrarlo sin parar. Pero el partido debía continuar, así que seguimos jugando.

El partido continuó con buen ritmo y en el minuto 33 Mikel Merino nos regaló el segundo gol del partido, todos gritamos y celebramos entusiasmados, pero aún quedaban mucho partido por jugar.

Nos fuimos a la segunda parte con el 2-0 y volvimos a salir al campo más animados que nunca.

En el minuto 70 Joselu metió un golazo que nos adelantó otro punto en el marcador. Tres minutos después Ferran nos regaló el cuarto gol en el minuto 73, Alejandro Rodríguez el quinto y de nuevo Ferran sacó su magia y nos dio el sexto gol para la victoria en el minuto 83.

En el vestuario solo fueron cantos, celebración y felicidad, pues habíamos hecho un partidazo y estábamos muy contentos por ello.

Nos iríamos a la mañana siguiente, así que nos montamos en el autobús que nos llevó directos al hotel y en cuanto cenamos yo me subí a mi habitación.

Cogí el móvil por primera vez en toda la tarde y vi que tenía bastantes mensajes de João, así que lo llamé enseguida.

— Hola amor— dijo al segundo toque cuando descolgó el teléfono.

— Hola— contesté yo mordiendome una sonrisa por el mote, me encantaba que usase motes cariñosos conmigo.

— Has estado espectacular en el partido de hoy— comentó al otro lado de la línea.

— ¿Lo has visto?— dije intrigado e ilusionado.

— Pues claro, no me lo iba a perder.

Sonreí como un idiota, porque eso es lo que era, un idiota enamorado.

— ¿Como llevas la oreja?

— Bueno, me duele un poco, pero va mejorando.

— Me alegro, ya te he visto con tu casco de superhéroe— una risa ronca sonó al otro lado.

— Ay no, ni lo menciones— dije llevándome las manos a la cabeza de la vergüenza— Me queda fatal, estoy feísimo.

— Pero que dices Pablo, si a ti te queda bien todo.

Y por tercera vez en la noche volví a sonreír.

— Si tu lo dices...

— Pues claro, no te iba a mentir. Por cierto, ¿A que hora vuelves mañana?

— Pues... Llegamos a Madrid a las 10:00 así que estaré en Barcelona a las 13:00 o por ahí, ¿Por?— pregunté intrigado.

— Pues voy a recogerte y comemos juntos en mi casa, ¿Te parece?

— Claro, yo te aviso cuando estemos llegando para que salgas.

— Perfecto, pues me voy a dormir para mañana estar descansando ¿Vale?, y tú deberías hacer lo mismo.

— Vaale, buenas noches João.

— Buenas noches Pablo, descansa, te quiero.

— Y yo.

Después de eso finalizó la llamada. Puse mi móvil a cargar y lo dejé encima de la mesilla. Después me puse el pijama, fui al baño a hacer mis necesidades y me metí en la cama, cerré la luz y me dormí en cuando mi cuerpo tocó el mullido colchón.

——
Hola holaaaaa, hay que aclarar algunas cosillas, la historia va a ir dando saltos temporales, ya que si hago día a día se va a hacer demasiado larga, y tampoco tengo tantas ideas, así que darán saltos. Segunda cosa, este capítulo es mitad realidad mitad ficción, en la parte en la que Gavi baja a tomar un yogurt es verdad, ya que el camarero era mi padre, y la camiseta, el papel, la tarjeta y los suplementos eran para mi, cosas que guardo ahora con mucho cariño, así que si, nuestro pequeño Gavi bajó a por unos yogures y gracias a eso conseguí la firma. También fui al partido al día siguiente, me puse en primera fila y pude ver muy bien el golazo de Gavi. Y bueno, espero que os haya gustado el capítulo. Un besazo amores♥️🫶🏼

El Último Partido (João Félix X Gavi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora