Vuelta a Barcelona

679 43 11
                                    

*Domingo 7 de septiembre*

Gavi

Me levanté a la mañana siguiente porque un cuerpo cálido me agarraba por detrás. Al girarme vi a Pedri profundamente dormido, con sus ojos cerrados y totalmente relajado.

La verdad es que lo echaba de menos, pues había estado tan ocupado con João que hacía tiempo que no hablábamos, así que cuando noté que se empezó a despertar le sonreí.

— Buenos días Pepi.

— Buenos días Gavira— dijo estirándose con la voz un poco ronca.

— ¿Que te parece si cuando volvamos a Barcelona hacemos una de nuestras tardes de chicos?— le propuse girándome para tenerlo de frente.

Él soltó una risa ahogada.

— Si es verdad, hace mucho tiempo que no hacemos una.

Asentí.

— ¿En tu casa o en la mía?— preguntó girándose también hacía a mí para tenerme de frente.

— En la tuya, que la mía está muy desordenada— dije acomodándole su flequillo oscuro a un lado, acción con la que sonrió.

Después de estar un rato sobre su pecho mientras ambos veíamos tik toks Ferran nos tocó a la tienda para avisarnos de que ya teníamos que recogerlo todo para volver a Barcelona.

Así que eso hicimos, lo recogimos todo y nos montamos en el coche. Volvimos de la misma manera que habíamos ido, Ferran conduciendo, Pedri de copiloto, Fermín, Balde y João atrás, yo encima de João y Lamine tirado en el suelo.

Al poco tiempo de viaje yo me quedé dormido sobre João cuando noté que empezaba a dejar besitos pequeños y disimulados en mi cuello que me relajaban completamente.

Cuando llegamos me desperté porque Lamine salió del coche disparado.

— Dejadme salir coño, que me voy a quedar paralítico tío, a la próxima va otro, y lo digo en serio.

Todos soltamos una carcajada bastante sonora. Cuando cada uno cogió su coche y se fue, me despedí de João con un abrazo como con los demás y después me monté en mi coche para ir siguiendo a Pedri hasta su casa.

Llegamos, aparcamos y entramos en su casa. Tenía su olor característico de siempre, pues olía a Pedri y a chimenea debido a que el anfitrión la puso nada más llegar.

Fuimos hasta la cocina para hacer algo de comer y cuando lo tuvimos todo listo nos fuimos a la mesa.

— Espera— dijo Pedri levantándose y yendo hasta la cocina— ¿Quieres Fanta de naranja?

— Vale— le dije yo mientras me metía un pedazo de comida en la boca, pero abriéndola debido a que me había quemado.

Acto por el que Pedri soltó una sonora carcajada.

— No tiene gracia, me ha dolido.

— A ver— dijo sentándose a mi lado y cogiéndome del mentón— Abre la boca.

Abrí la boca para que mirara y como castigo porque se había reído cuando su dedo estuvo cerca de mis dientes le pegué un bocado.

— ¡Ah!— soltó un chillido mientras reía.

Reí por su acción y después de eso nos pusimos a comer por fin mientras veíamos una serie. Al rato cuando terminó recogimos la mesa, fregamos los platos y Pedri se subió encima de la isla de la cocina para mirarme.

— ¿Que?— le pregunté un poco incómodo por la forma en la que su mirada estaba fija en la mía.

— Gavi... Eres mi mejor amigo, ya lo sabes, y también sabes que me puedes contar lo que sea...— asentí despacio para ver dónde quería llegar— El otro día, cuando lloraste en la fiesta, a la mañana siguiente hablé con João— hablaba despacio y con cautela— Y me contó... Algo. No quiero presionarte para que me lo cuentes, pero sabes que estoy aquí, ¿Verdad?

— Pedri...— dije algo confundido— ¿João te lo ha contado todo? ¿Todo lo que pasó? En la fiesta del último día del verano digo.

Él asintió despacio. Noté como mis ojos empezaban a humedecerse. Suspiré y llevé mis manos a mi cara con frustración.

— Eh— dijo Pedri acercándose con una voz tan dulce que me dio ternura— ¿Que te pasa?

Me rodeó con sus brazos haciendo que mi cabeza cállese sobre su pecho y poder estar abrazados un rato en silencio hasta que conteste.

— E-Es que, no quiero que pienses que soy eso, porque no lo soy, osea, João es otro tema, pero no, sabes, osea, no sé si me estoy explicando— tartamudeaba por falta de aire y no podía evitar parar de llorar.

— Eh, eh, eh, Pablo, tranquilo, no pasa nada, vale que no seas eso que dices, pero... ¿João te gusta?

Lo miré a los ojos, esos ojos oscuros que habían estado siempre conmigo para todo, para llorar si había que llorar, para hablar, para reír, para escuchar, para admirar, para observar, para todo, Pedri había estado ahí siempre. Así que asentí lentamente.

— Si Pedri, me gusta, me gusta mucho...— paré y pensé antes de continuar— De hecho... Estamos intentándolo, osea, no somos novios— dije haciendo el signo de las comillas— Como tal, pero si nos damos... Ya sabes...

— Besos— acabó él por mí.

Asentí.

— ¿Y por qué lloras?— me preguntó acariciando mi cabeza.

— Po-porque no está bien...

— ¿Quién te ha dicho que no está bien? ¿Por qué no va a estarlo?

— Pues... Pues porque somos chicos, famosos y futbolistas de grandes clubes, y los futbolistas no hacen esas cosas.

— Pero Gavi— me paró— ¿Tu te estás escuchando? Que a nadie le tiene que importar lo que tú quieras hacer o dejar de hacer con tu vida, a nadie le tiene que importar quien te gusta, quien deja de hacerlo, con quien te besas, con quien no lo haces, quien está durmiendo contigo. Coño, como si quieres follartelo delante de las cámaras— solté una risa bastante fuerte, pues solo Pedri conseguía sacarme siempre una sonrisa— En resumen, que hagas lo que quieras, alomejor lo más recomendable es que lo llevéis en secreto, pero que no hagas que el que dirán te frene a hacer aquellas cosas que quieres.

— ¿Entonces no me lo puedo follar delante de las cámaras?— pregunté riendo.

Él soltó una carcajada que me contagio.

— Pues si, es más, hazlo si quieres. Haz lo que tú corazón te pida, pero nunca dejes de hacer algo o de ser tu mismo por miedo ¿Vale cabezón?

Yo asentí sonriendo.

— Gracias Pepi.

— No hay de que Gavira, para eso estamos— dijo dejando un beso en mi frente y revolviendome el pelo.

Después de eso nos pusimos a ver una peli, cenamos y nos fuimos a dormir los dos juntos, como siempre. Gavi y Pedri, Pedri y Gavi...

——
Hola holaaaaa, estoy de vueltaaaa, creo que todos necesitamos un Pedri en algún momento de nuestra vida. Espero que os haya gustado el capítulo y nos vemos pronto... chaoooo🫶🏼

El Último Partido (João Félix X Gavi)Onde histórias criam vida. Descubra agora