GOL ( Pedri González )

Capitulo dieciséis: Nos conocemos

Narra Carla

Me bajo del taxi y me pongo a caminar. Es una suerte que el campo de fútbol del Real Madrid esté cerca de la estación. No tengo tiempo que perder.

Antes miro el móvil para ver si mi hermano me ha mandado algún mensaje, pero no hay nada.
¿Qué estará haciendo?

Camino hacia el estadio, en el Bernabéu solo está abierta la puerta de la tienda del Real Madrid y eso no me sirve.
Lo que tengo que hacer es hablar con alguien que tenga el poder suficiente como para hacerme entrar en el equipo, o al menos hacerme una prueba para ello.

Comienzo a dar vueltas por alrededor del campo para ver si hay alguna puerta de atrás abierta y poder colarme, pero a mi desgracia están todas cerradas.

Cuando estoy apunto de irme de repente se escucha una puerta y me giro para ver como una señora de la limpieza sale con un carrito y bolsas, seguramente esté sacando la basura o algo así, aunque me pueda la curiosidad no me paro a darle vueltas, solo la observo para cuando se distraiga, entrar sin que se percate.

Se que esto es una locura pero bueno... Yo sin mis locuras perdería mi encanto.

La puerta chirria.  Entro con cautela y sobre todo con muchisimo silencio, si me ven aquí hay dos opciones; me llevan a la cárcel o me harán pagar una multa bastante grande.

Seamos conscientes de que lo que estoy haciendo es ilegal.

Tardo unos minutos en localizar el campo a través de un ventanal, estoy en alto, es como un pasillo muy estrecho y oscuro donde solo la iluminación de los focos del campo te hacen poder ver algo.

Yo ya he estado aquí antes, pero cuando era más pequeña y vine con mi abuelo a ver un partido. Solo he estado de visita como cualquier fan del Real Madrid, ahora me estoy colando Ilegalmente por un pasillo de atrás.

Al fijarme en el campo abro los ojos como platos, no me lo puedo creer, ¡Estoy viendo a Vinicius, a Valverde, también a Rodrygo! Y a todos los demás, están todos entrenando ahora mismo.

No me da tiempo a mucho más porque de repente alguien se aclara la garganta a mis espaldas.

Al girarme veo a cuatro hombres con trajes negros, gafas de sol y con más músculos que pelos en la cabeza.
Creo que no hace falta mucho más para saber que son la seguridad del campo, otra vez me han pillado.

—Puedo explicarlo —digo retrocediendo casi por incercia.

Al ir para atrás me choco con otro hombre. Este a diferencia de los otros, tiene puesto un chandal blanco del Real Madrid con un colgante que contiene la ficha con su nombre y el escudo del equipo.

—Señorita tenemos cámaras por todas partes. En cada rincón del estadio. ¿En serio se creía que podía entrar sin más? La hemos visto al momento, por dios.