Capitulo treinta y cinco: Agua Caliente

720 45 67
                                    

Narra Pedri

Nunca pensé que una enana de diecinueve años me iba a poder sacar tanto de quicio.
Desde que la conocí solo ha sabido darme dolores de cabeza.

Aunque no la esté mirando se que sus ojos marrones están posados sobre mi, puedo llegar a ver algo de reojo.

—Ahora va a depender de ti que tengamos un accidente. Estamos esposados si mueves la mano pegaré un volantazo sin querer, así que quédate quietecita —le ordeno tajante.

 Estamos esposados si mueves la mano pegaré un volantazo sin querer, así que quédate quietecita —le ordeno tajante

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Eres tú el que se ha arriesgado a esposarme. Sabes que es un delito ¿no? Esposar sin consentimiento —dice con tono de superioridad.

—Tu padre me dio permiso. Así que en teoría no es delito.— contesto comenzando a conducir de nuevo, aunque prosigo antes de que me pregunte.— Me dijo que hiciera lo necesario para asegurarme de tenerte controlada.

—¿Entonces tengo que estar aguantando tu cara de gilipollas  hasta que lleguemos a tu casa? Por dios que castigo.

¿Así que de verdad está dispuesta a seguir insultándome? Vaya, ha sido un error hacerlo. Ahora tengo yo el control de las esposas y la puedo joder hasta que me plazca.

—Exacto, cuando lleguemos y te comportes de una manera tranquila, agarro las llaves y te suelto. Si es que las encuentro claro —dejo caer en un tono sonsorrón.

—COMO ES ESO QUE SI LA ENCUENTRAS .—me espeta girandose bruscamente hacia a mi—. DIME PORFAVOR QUE ME ESTAS VACILANDO Y QUE SABES DONDE ESTÁ LA LLAVE.

—Tranquila era una broma... está en el maletero.

La verdad que al principio me hacía el indeciso para pícarla, sacarla de quicio y asustarla pero ahora que me paro a pensarlo en realidad no tengo ni idea de donde están las llaves

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La verdad que al principio me hacía el indeciso para pícarla, sacarla de quicio y asustarla pero ahora que me paro a pensarlo en realidad no tengo ni idea de donde están las llaves.

—¿De verdad? Porque no pareces muy convencido —observa leyendo mis dudas.

Carla a cada día que pasa me conoce mejor. Es como si supiera leerme los pensamientos. Nunca ninguna chica me habia sabido descifrar tan rápido y eso es algo que me asusta.

GOL ( Pedri González )Where stories live. Discover now