GOL ( Pedri González )

Capítulo veintinueve: Karma

Narra Pedri

De pronto unas gotas heladas me caen en el brazo.
Llevo la vista al cielo, está todo lleno de nubes negras. Conforme el frío se vuelve húmedo, el ripiqueteo de la lluvia se hace un poco más fuerte.

De repente un acto casi involuntario me lleva a colgar a Gavi, a quien aún ni si quiera había contestado.

—¿Qué haces? ¿Por qué le cuelgas? —pregunta Carla cómo siempre metiendo las narices en todo.

—Porque se me va a mojar el móvil, luego lo llamo.

Las gotas de lluvia resuenan a mi alrededor.
Miro de reojo a Carla, quién abre la palma de su mano para sentir las gotas chocar contra ella.
A pesar de que la lluvia está apretando ni se inmuta.
Se está mojando y es como si le diera exactamente igual, de hecho creo que hasta lo disfruta.
Me pregunto si a ella le gustará también la lluvia.

—¿Él es tan imbécil como tú? —su voz me trae de vuelta.

—¿Perdón? —le indago para que me explique.

—Gavi, que si es igual de idiota que tú  —
inquiere enarcando las cejas.

Suelto una risa sarcástica, al principio pensaba que era una pregunta de esas retóricas para insultarme disimuladamente, pero pasa unos minutos y sigue esperando una respuesta.

Me sorprende el interés. No se a que viene.

—¿Has visto lo idiota que soy?, además de egocéntrico, estúpido, creido y los muchos más insultos que me dedicas a cada segundo —le digo acercándome a ella.

Carla asiente con la cabeza.

—Pues Gavi es mucho peor que yo —le digo prácticamente en un susurro.

Veo como rueda los ojos y suspira cansada de mi, yo sonrio y me levanto del banco para andar hasta casa, ella hace lo mismo.
Sorprendentemente caminamos juntos sin matarnos vivos por el camino.

—¿Te gusta? —suelto sin más.

Ella enarca las cejas como si no supiera de quién estoy hablando.

—Gavi —me apresuro a decirle antes de que pregunte.

—No le conozco de nada —responde sin dejar de mirar al suelo.

—Si quieres te lo presento, no "problem" —digo levantándo ambas manos como si fuera algo sencillo. Luego me río.

—No gracias.  Suficiente tengo con aguantarte a ti —dice mirándome de reojo agobiada.

Escucharla meterse conmigo me reconforta, aunque suene algo contradictorio pero eso significa que ya vuelve a ser la de siempre, ya está algo mejor que antes.

—Aunque... —comienza a hablar encojiendo un hombro—. La verdad que Gavi algo si tiene —deja caer para luego fruncir los labios.

—¿El qué? —pregunto confundido. Mi Voz suena desesperada por saber la respuesta.