Capítulo 250: Banquete de condolencias

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Los sollozos de Julien reverberaban en la habitación, bañada por el resplandor de la luna. Jenna se quedó vacilante junto a la puerta, reacia a dar un solo paso adelante.

El miedo se apoderó de ella, miedo de que al entrar se confirmara que aquello era realidad y no una terrible pesadilla.

Al cabo de un rato, Jenna cerró los ojos con fuerza y apretó los dientes al entrar en la habitación que hacía las veces de dormitorio, sala de estar, cocina y comedor de Julien.

Encorvándose junto a su hermano, lo dejó llorar, sin atreverse a tocarlo en su estado de shock. En voz baja, habló: "No nos queda mucha deuda por saldar. Incluso si perdemos nuestros empleos actuales, podemos encontrar otros nuevos. No hay prisa...

"Tienes una base sólida. Debe de haber otros maestros por ahí que te acogerían encantados...

"Mamá quería que tuviéramos una vida mejor, no que nos revolcáramos en la culpa..."

Jenna repitió estas palabras una y otra vez hasta que Julien, con el ánimo destrozado, se agotó. Su cuerpo se debilitó poco a poco y se desplomó contra la pared junto a la ventana, quedándose dormido.

Finalmente, se hizo el silencio.

Al ver que el rostro de su hermano se relajaba lentamente, que el miedo y la angustia desaparecían, Jenna dejó escapar un suspiro silencioso. Las lágrimas se agolparon en sus ojos y corrieron por sus mejillas.

Tras derramar lágrimas silenciosas durante un rato, se levantó y se dirigió a la cama de Julien. Con ternura, recogió la manta y la colocó sobre su hermano dormido, apoyado contra la pared.

Una vez hecho esto, regresó cansada a la otra habitación. Era el dormitorio de ella y de su madre Elodie.

Jenna se tumbó, con los ojos vacíos fijos en el techo tenuemente iluminado por la luz de la luna.

Las palabras de su madre resonaban incesantemente en su mente, pero no conseguía convencerse.

Tal vez, aparte de unos pocos afortunados, la oscuridad era el tema dominante en la vida. La luz no era más que un adorno ocasional.

Bruscamente, Jenna agarró la almohada de su madre y se la apretó contra la cara, con el cuerpo tembloroso por los sollozos reprimidos.

¿Por qué, por qué la oscuridad es siempre tan abrumadora, desprovista de luz?

¿Cuándo volverá a salir el sol?

En algún momento, Jenna sucumbió a un profundo sueño.

Se despertó sobresaltada por la conmoción del exterior.

Se incorporó, se frotó los ojos hinchados y se apresuró a salir de la habitación.

La escena que recibió sus ojos era Julien, tostando unas rebanadas de pan.

Él ya no cargaba con la devastación de la noche anterior; en cambio, estaba concentrado en su tarea.

Los labios de Jenna temblaron por un momento antes de que finalmente pronunciara su saludo habitual.

"¿Por qué te levantaste tan temprano?"

Julien respondió con cierta rigidez: "Ayer no cené y me despertó el hambre.

"Espera un poco más. La tostada estará lista pronto".

Observando el estado de su hermano, Jenna no podía calmar su preocupación.

Si Julien estuviera todavía en medio de una crisis mental, llorando como la noche anterior, ella podría sentirse incómoda, sombría y desesperada, pero no tendría miedo.

LOTM 2: Circle of Inevitability Parte 2Where stories live. Discover now