Capítulo 384: Ralentización

31 7 0
                                    

¡Esto no es bueno! Lumian era a la vez Cazador y Danzante, y su dominio sobre su cuerpo era asombroso. Cualquier situación desconocida o anormal disparaba inmediatamente sus instintos, alertándole de un peligro potencial.

Pero en ese momento crítico, sus pensamientos parecieron ralentizarse, envueltos en una densa niebla. Cada idea se congelaba, exigiendo un tremendo esfuerzo para despejarse.

He sido atacado...

Loki está realmente... aquí...

¿Es esta... la actuación... de las habilidades de un Marionetista?

Cuando se acerque el final... no podré... pensar... ¿Me... convertiré en su... marioneta?

Mi sentido del peligro... está nublado...

Maldita sea...Termi...boros, es imposible...que no te dieras cuenta...de los cambios en mi destino... No...me avisaste....

¿'Él' intencionalmente me dijo... que Loki... casi me rastreó... para hacer que yo lo haga de nuevo?

¿Convirtiéndome yo... en la marioneta de Loki... le ayuda a 'Él' a escapar... del sello?

No puedo... esperar así... Debo resistir con todas mis fuerzas...

¿Dónde está... Loki...?

En estos pensamientos fragmentados, Lumian se esforzaba por moverse. Se llevó la mano al bolsillo y observó su entorno con rigidez.

Antes, él y Franca habían hablado de las limitaciones del poder del Marionetista. Estuvieron de acuerdo en que debe tener un cierto alcance o requerir proximidad. De lo contrario, superaría las capacidades de un Secuencia 5 y solo estaría al alcance de un santo que hubiera trascendido a la divinidad. Los de vías diferentes que Franca conocía no podrían resistirlo en absoluto.

El dúo creía que esta habilidad requería un determinado medio o solo podía activarse a corta distancia. Al igual que la Perforación Psíquica del Anillo del Castigo, solo podía ser efectivo si la distancia entre ellos se reducía a cinco metros.

Lumian sospechaba que Loki estaba escondido cerca, entre la multitud, quizá a no más de diez metros.

Lo que vieron sus ojos fueron vendedores ambulantes y transeúntes. Algunos de sus rostros eran familiares, mientras que otros eran desconocidos. No eran diferentes de lo habitual.

En su prisa, Lumian no pudo discernir a Loki entre ellos. Para colmo de males, Loki era un Sin Rostro, hábil en la transformación y el disfraz.

Mientras Lumian seguía buscando a Loki, una llama carmesí se manifestó en su palma izquierda.

Sus motivos eran dos: en primer lugar, poner a prueba su capacidad para resistir el control y la invasión de un Marionetista infligiéndose dolor a sí mismo, y en segundo lugar, plantear una pregunta y observar cómo respondería Loki. Estudiando las reacciones de Loki, esperaba averiguar su paradero exacto y los puntos débiles de sus habilidades de marioneta.

Pero justo cuando el dolor abrasador recorría su mente, Lumian oyó un chasquido inconfundible.

Al instante, la llama carmesí de su palma se disipó en una corriente de luz inofensiva, incapaz de formar nada explosivo.

Lumian se dio la vuelta, tratando de identificar el origen del chasquido de dedos.

Sin embargo, sus articulaciones se habían recubierto de un "pegamento" pegajoso, y sus movimientos eran cada vez más rígidos y lentos.

Este retraso lo hizo girar un segundo más despacio de lo previsto. Todos los que estaban a su alcance parecían normales, y no podía precisar quién había chasqueado los dedos.

LOTM 2: Circle of Inevitability Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora