𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐓𝐫𝐞𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨

700 103 43
                                    

«Años atrás»

Era su última oportunidad, la última oportunidad de lograr su objetivo. Sabía de la guerra que se soltaría pronto en la frontera de Obelia, y lo ocuparía a su favor. 

Sus ojos anaranjados se posan en la carta que le había llegado, respecto a los mercenarios, y sonríe. Una sonrisa tétrica que no asusta a su hija, sino que ella misma le imita. 

—Mami— llama la niña, quien lleva en sus manos, la joya más hermosa que pudiera existir en el imperio.— ¿Mami tiene buenas noticias?

—Oh querida mía, son más que buenas— asegura con calma, para después acariciar los cabellos de su hija.— Son tan maravillosas que no tendrás que seguir ocupando esto...

Los pálidos dedos de Evelyn acarician el anillo en el dedo de su hija, el anillo que ocultaba su verdadera apariencia.

—Mami— llamó de nuevo la pequeña Ivonne de cinco años —Mi cabello cambio cuando jugaba con el hermano Reynold, se volvió gris

—¿Alguien te vio?— interrogó asustada y paranoica la mujer, si alguien había visto a su hija, sería su fin

—No, volvió a ser rosado antes de que el hermano terminara de recoger las flores— negó la niña con calma, sin entender que era lo que le pasaba a su madre 

Evelyn respira casi en paz, pero sabe que no puede dar aquello como algo no importante, pues significaba que cuando ese niño hacía magia de manera involuntaria, su hija perdía parte del vínculo con el que los unió. Tenía que arreglar aquello cuanto antes.  

Había tantas cosas por hacer. Matar a Verónica, matar a su bastarda, reclamar el corazón de Félix Robane, coronar a su hija, pero de lo que estaba más ansiosa, era de matar a Evengeline y al mocoso que estaba criando. 

El túnel por donde estaban caminando era lo suficientemente alto como para que todos pudieran caminar sin tener que agacharse, ya fuera por sus altas estaturas o por el hecho de que pudiera haber alguna bestia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El túnel por donde estaban caminando era lo suficientemente alto como para que todos pudieran caminar sin tener que agacharse, ya fuera por sus altas estaturas o por el hecho de que pudiera haber alguna bestia. 

Penélope lideraba el camino con Callisto y Lucas a cada lado, Reynold por su parte se había pegado como una sanguijuela a Jeannette, para disgusto total de Ijekiel, Anastacius y Roger, quienes ansiaban golpear aunque fuera un poco al peli-rosa por estar tan cerca de Jeannette. Winter iba a lado de Ijekiel y trataba de huir de la mirada del Eckhart, aun no podía creer que había besado al segundo maestro. 

—Ahora, ¿Para donde?— interrogo Eclipse, mirando a su alrededor, lo único que podía ver eran las paredes de piedra y las gotas de agua marina bajando por las mismas

—Creo que...— las palabras de Penélope se cortan cuando escuchan lo que parecer ser el grito de alguien. El grito de un hombre

—¡¿Pero qué mierda?!— exclamó Lucas con total sorpresa 

𝐓𝐨𝐦𝐚 𝐌𝐢 𝐌𝐚𝐧𝐨 «𝐏𝐞𝐧𝐞𝐥𝐨𝐩𝐞 𝐄𝐜𝐤𝐡𝐚𝐫𝐭»Where stories live. Discover now