Capitulo 8

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Siento el frío colarse por mi cuerpo y hacer que tenga un espasmo, haciendo que me despierte totalmente, joder. Ni siquiera ha salido totalmente el sol, apenas esta aclarando.

-Puto diciembre.- susurro, nunca hacia sol, y si lo hacia, no calentaba nada, de inmediato me retracto, pensando en comida, nieve y especiales de Navidad -No, mentira, amo diciembre.

Entonces me obligo a ver donde estoy. Espera, este es el cuarto de Helen, ¿y Helen?. Me levanto y oigo un ruido seco cerca de mis pies, chillo y me encuentro con un gato negro y mi celular en el suelo.

-Oh, hola.- digo agarrando ambos, apenas prendo el aparato, una oleada de sonidos de mensajes me rompen los tímpanos y hacen que el gato salte de mis brazos a quien sabe donde.

Algunos son de Gia y Andrew, preguntándome por "mi cita" y las llamadas perdidas son... ¿De mi madre?

Quedo atónita mirando la pantalla del aparato, ¿estaba preocupada por mi? . Trago saliva y un maullido me saca de mi trance.

-¿Eh? ¿Tienes hambre, cosita hermosa?- digo levantando al gatito del suelo, es tan suave y chiquito, que hermosura.

Salgo de la habitación y camino sin rumbo, hasta llegar a la cocina, donde me encuentro con Helen... usando sólo un bóxer y un delantal, mientras fríe un huevo.

Dios, que cuerpazo.
No, para. Marzia, no debes verlo. El gato salta de mi agarre y se dirige al cuarto de Helen.

-Joder...- susurro mordiendo mi labio inferior. Helen se vuelve hacia mi, y de inmediato mi rostro se calienta y desvío la mirada.

-Buenos días para ti también- dice mofandose. Ruedo los ojos y me acerco a la mesa, tengo hambre.

Después de un minuto está poniendo un plato con un huevo y dos tostadas en frente mío.

-Espero no sepa raro- dice sonriendo. Su sonrisa... ¡Reacciona, no te le quedes mirando!.

Término de desayunar y miro mi ropa, mojada por la nieve, Helen se da cuenta. Y me entrega unos pantalones suyos, junto con una camiseta de cuadros y una chaqueta de cuero.

-Creo que me quedare con todo tu closet- digo sonriendo. Después de un baño caliente y de vestirme con la ropa de Helen (que me quedaba grande) e impregnada de su fragancia.

Cuando estoy peinando mi enredado cabello oigo como tocan la puerta con insistencia. Salgo con timidez al pasillo, Helen se acerca a la puerta limpiándose las manos con el delantal y la abre.

El muchacho de la foto con sonrisa macabra entra cual manada de elefantes, tropieza unas cuantas veces y cae en el sofá. Lleva una camisa negra, unos pantalones del mismo color y unas vans rojas.

Un momento... Su cara... Es la de la foto, p-pero e-era un disfraz, ¿no?. ¿Qué hace con eso en su cara?. Mi corazón se detiene cuando sus ojos se posan en mi.

Santa mierda. Este frunce el ceño, pero sus mejillas muestran una sonrisa siniestra.

-¿Quien es?- pregunta sin dejar de mirarme, Helen me mira de reojo y vuelve a mirarlo -Dijiste que no puedo quedarme aquí pero, ¿ella si?. Que injusto.- termina esto con una risa.

Helen le da un golpe en el hombro pero este no para de reír.
-Cállate Jeff, y mejor ve a dormir, apestas a alcohol.

El nombrado se levanta con dificultad y se dirige hacia el pasillo donde estoy, chillo del susto. Y retrocedo torpemente hasta golpear mi espalda con algo.

Jeff se acerca cabizbajo hasta a mi con la mirada sombría, siento como mi respiración se altera y mis uñas se clavan en mis palmas de tanto apretar los puños.

Su rostro esta apenas unos centímetros del mío, sus ojos fijos me transmiten un miedo increíble, su piel es tan blanca como el papel y parece áspera y su sonrisa... Joder, es real.

-Eh... P-por f-favor...- balbuceo. Él enarca las cejas y suelta una risita ronca que hace que solloce.

-Quítate.

-¿Eh?- susurro sin saber a que se refiere. Entonces él me mueve bruscamente y me doy cuenta de que estaba recostada en la puerta del cuarto de Helen.

Él da un portazo cuando se adentra en la habitación.
Unas manos cálidas me sostienen los hombros.

-No hemos dormido nada...- susurra contra mi pelo. -¿Vamos al sofá?

Abro los ojos como platos, maldita mente pervertida. Este se da cuenta y suelta una carcajada que me rompe los tímpanos. Miro mi celular y suspiro.

-Me gustaría quedarme, pero tengo que ir a mi cama, mi madre... debe estar preocupada- digo sin poder creerme lo último. Helen mete mi ropa en una bolsa y me da un beso en la frente de despedida.

.
La lluvia golpea contra mi ventana. Mi madre había estado llorando por mi, y yo nunca me había sentido mas feliz.

"-¡Marzia, estaba tan preocupada! ¡Lo siento tanto, perdóname!-" había dicho entré lagrimas. Lo único que pude decir fue un simple "Tranquila".

Gia y Andrew habían enviado miles de mensajes a un grupo llamado "Hoy folla Marzia", mi cara se había calentado al haber leído los vergonzosos mensajes de mis dos amigos. Par de pervertidos.

"Déjenme en paz. No follé" escribo.

"¿Sólo durmieron?" Escribe Andrew.

"Obviamente. Él es un caballero" respondo.

"Pff, que aburridos. Yo creo que él quería darte pero se lo aguanto para no espantarte" escribe Gia. Hago una mueca y siento los mejillas calentarse de nuevo, me salgo del grupo.

Pero no podía dejar de pensar en él.

The Painting |Bloody P.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora