Capitulo 14

1.1K 147 34
                                    

Marzia's POV:

Apenas sentía como la ambulancia se tambaleaba, lo único que podía sentir era el roce de mis dedos con los de Helen.

Tenía los ojos cerrados. Parecía sereno, con la ropa sucia y el cabello desordenado.
Tenía unos pequeños rasguños en las mejillas.

-¿Por qué llorabas?- pregunta de golpe. Los enfermeros sólo nos revisan de a ratos y parecen ignorarnos al hablar.

-Fue una pelea tonta con Andrew...- susurro -Eso no importa ahora, ¿te duele mucho?

-Estoy acostumbrado al dolor físico.- suspira y abre sus orbes zafiro, serios e impasibles.

-Me gustaría saber porque, Helen. Me gustaría conocerte.- suelto.

Él permanece en silencio, ojalá pudiera descifrar esa mirada, se que oculta muchas cosas, toda su historia. Y seguro se sólo un 2% de ella. ¿Cómo puedo querer tanto a alguien y no nada de él?

-No me volverías a ver si te contara.- suelta.

Siento un nudo formarse en mi garganta.
-¿Por qué te irías?...- pregunto con un hilo de voz.

Una risa ronca sale de su garganta -Me refería a que después de saberlo no querrás volverme a ver.

-¿En serio crees eso?- pregunto sorprendida -Que patético, Helen.

-No te burles de mi, te salve la maldita vida.- veo una sonrisa asomarse por la comisura de sus labios.

-Entonces hagamos un trato.- propongo -Te contare todo lo que quieres saber de mi, y a cambio tu harás lo mismo.

-Suena interesante. Pero tengo miedo de hacer eso.

-¿Tu? ¿Miedo? No te creo.

-Simplemente quiero que sigas con esta imagen de mi, el Helen que has conocido hasta ahora. No quiero que conozcas...

-¿Al verdadero tu?- le interrumpo, ahora el incómodo parece ser él, le sonrió ligeramente. -Tengo que, Helen.

Él cierra los ojos y suspira. Entonces no me siento mas intimidada, sólo me quedo detallandolo.

.

Al final el impacto sólo causo unas lesiones leves en nosotros, no pusimos cargos ni nada de eso, al fin y al cabo, no queríamos armar pelea donde no era necesario.

Vendada en los brazos y en rodillas y Helen en el torso, hombro y brazo, nos encontrábamos en la misma habitación de hospital, respirando lentamente, disfrutando el estar casi ilesos.

-¿Aún te duele?- pregunto suavemente.

-He estado en situaciones peores...- responde con una sonrisa arrogante en el rostro.

-Que tonto. Deberías contarme una de esas situaciones, ya sabes, para pasar el rato...

-Buen intento, Marzia.- ríe. Al ver que mi expresión es de decepción su sonrisa desaparece y suelta un largo y cansino suspiro. -Esta bien... ¿Quieres saber de donde vengo? Para empezar y prepararte para la bomba que hará que salgas corriendo.

Sonrio complacida -Lo dudo. Ahora, sorprendeme.

Helen me relataba su historia con detalle, impasible, como si estuviera recitando un trabajo en la escuela, uno en el que era un experto. En ciertas partes de la historia se imán a un respiro para cerrar los ojos y suspirar, para luego continuar. En el momento en que la historia llego a la parte en que en las noticias y en el internet lo apodaron "Bloody Painter" sentí una inquietud extraña, se aproximaba el final de la historia.

-Conocí a Jeff y a otras... personas, como yo.- suspiro -El resto es una historia que te contare después.

Junto mis manos encima de mi regazo y suelto un pequeño gemido de impresión.
Procesarlo e imaginarlo era algo casi imposible de hacer sin cerrar los ojos y sentir un escalofrío recorrerte la espalda y volver a abrir los ojos.

-¿Vas a huir? Bueno, tus piernas no están tan lastimadas, puedes correr y pedir ayuda. De todas formas, tengo que salir de aquí antes de que caigan en cuenta de quien es Helen Otis en los archivos viejos y morbosos de la policía.

-No...- balbuceo -No... No v-voy a huir.

-¿No me tienes miedo? Te acabo de decir que soy un asesino adicto a la sangre... Incluso me ponen con una frase que puse en mi primer homicidio.- ataca, con una voz fría y retadora.

-Se bien lo que has hecho, Helen... Pero, ¿ese eres en verdad tu? ¿no vas más allá de un asesino en los archivos viejos y morbosos de la policía?- intento retarlo. Él se remueve incómodo.

-Es demasiado como para discutirlo aquí...

-Esta bien. Pero al fin y al cabo, tendrás que contarme todo, y me refiero a TODO.- le digo resaltando la última palabra.

Entonces la puerta se abre de golpe, haciendo que casi me de un infarto, entra un muchacho con capucha, pero al ver como se le escapan unos mechones negros deduzco que es Jeff.

-¿Estas listo? Hay que irnos.- alza la mirada y veo sus ojos siempre abiertos, alertas e intimidantes.

-Si, vamos.- responde levantándose, procurando no apoyarse en su brazo lastimado -Marzia, si llegan a interrogarte diles que estabas dormida cuando me fui, que no me recuerdas por el golpe o el shock.

-¿Qué...?- musito.

Y antes de que pueda reaccionar, los dos dejan la habitación, dejándome con la palabra en la boca.

Después de estar un rato maldiciendo a Helen y a Jeff y de mirar por la ventana el cielo, la puerta vuelve a abrirse, son Gia y Andrew... Y mi madre.

A quien Gia no disimula en mirar mal.

-¿Cómo te sientes?- habla mi madre, acercándose a mi y sentándose a mi lado.

-Bien, el dolor disminuye.- respondo simplemente -Quiero irme de aquí.

Mi madre asiente y se levanta para ir a hablar con el doctor.
Apenas cierra la puerta un suspiro se escapa de mis labios.

-¿Qué demonios paso?- exclama Gia.

-Lo siento tanto, Marzia. Soy el peor amigo de la historia...- comienza Andrew. Cierro los ojos.

-Cállense.- las voces se apagan, abro los ojos -Casi me atropella un taxi y... Tranquilo, Andrew. Ahora sólo necesito ir a un lugar...

.

-¿Estas segura sobre esto?- pregunta Andrew, nervioso. -Tal vez no esta.

-Se que esta, esta herido.

-No termino de entender por que vinimos, te salvo y tales, ¿por qué estas molesta?- pregunta Gia.

No respondo, sólo toco el timbre. Pasan unos segundos, para mi, una eternidad, siento los latidos de mi corazón acelerarse.

La puerta se abre.

Y sin pensarlo muy bien o siquiera pensar en que iba a hacer, le asesto un golpe con mi puño en pleno rostro a la persona que abre.

The Painting |Bloody P.|Where stories live. Discover now