Alfa Melancólico.

17. Llovizna.

La mañana llegó en un parpadear... Sin embargo los rayos del sol no los despertaron. El día estaba nublado y las finas gotas de lluvia caían contra el cristal de la ventana.

Yoongi fue el primero en despertar. Sintiendo un brazo pesado abrazar su cintura, mientras que contra su pecho se encontraba Jihyun. No pudo evitar sonreír ante esa calidez que ambos alfas le brindaban.

Con pesadez se apartó de ambos, tratando de no hacer mucho ruido. Dejó a ambos en la cama, aún era temprano. No más de las seis de la mañana, con cautela caminó hasta el baño, lavando su cara. Hoy era el día de la boda y por lo que se veía no estaba empezando tan bien.

Su teléfono tenía varios mensajes de su madre. Quién preguntaba por su ex Omega y por su cachorro. Los nervios le carcomian, se miró al espejo por breves instantes, sus ojos cayendo en el espacio entre su hombro y cuello. ¿Sería demasiado abrupto pedirle a Jimin que lo marcara antes de la boda?, ¿Se sentiría mejor de esa forma?

Una parte de su alfa no quería doblegarse. Pero otra sentía que era lo necesario... Aunque ser Delta tenía sus desventajas. Las personas mirarían esa marca , su aroma bajaría en un grado considerable, pero ya no sabía que más hacer.

Pronto unos toques en la puerta llamaron su atención, era Jimin quien medio adormilado acomodaba su cabello.
— ¿Esta todo en orden?, dejaste la cama demasiado pronto cielo... He llevado a Jihyun a su cuarto. Tiene el sueño más pesado que un oso. — comentó riendo mientras se acercaba al pálido. Abrazando su figura por la espalda, Jimin llevo su olfato al cuello de Yoongi , respirando suavemente su aroma, Frotando levemente su nariz en esa zona donde sus colmillos picaban por marcar. — Todo bien... Es solo que estaba pensando... ¿Sería muy pronto el hecho de que me marques?, llevamos un buen tiempo en esto. Nos vamos a casar, quizá sería más espacial en una noche de bodas.. Pero te juro Jimin, que ya no puedo. El miedo me carcome, necesito sentirte en mi.—

Jimin de apartó lentamente solo para voltear a Yoongi y poner sus manos en las mejillas de este. Sus ojos mirando al mayor. — Hyung.. estoy aquí contigo y estaré siempre. Se que mi lobo te quiere reclamar como suyo de eso no tengo duda, pero la última vez que traté de marcarte no salió muy bien, Hyung.— se inclinó para dejar un suave beso en su nariz , pronto atrayendolo contra su pecho. Abrazándolo suavemente. —¿Tienes miedo de lo que pueda suceder con Jihyun?, ella ya no puede hacernos nada. Se que nos citó, pero tenemos mucho a nuestro favor amor. Ella fue la que rompió tu lazo, no has sido tu el que abandonó al niño.— le comenta con dulzura, sus dedos acariciando su cabellera.

Yoongi respira lentamente, sus manos apretando el fornido pecho del menor. Pronto le mira a los ojos y sonríe. — Si, tienes razón. Ella es la mala, nosotros somos la víctima. No tiene con que inculparme, ¿Cierto?, no lo tiene. Será mejor que Suran de prepare.— recupera el ánimo y no tarda en llevar ambas manos alrededor del cuello del moreno. Jimin sostiene su cintura, atrayendo con una mano en su mejilla es que finalmente lo besa.

Sus gorditos labios envolviendo los delgados del mayor. Ambos cerezos uniéndose con lentitud, hasta que el ritmo se vuelve rápido. Yoongi termina contra el lavabo, sus caminos muerden suavemente la comisura inferior de Jimin. —  Yoongi... Déjame ver ese lindo cuello. — la voz ronca del alfa de Jimin sale a flote. El interior de Yoongi se estremese ante tal petición, no obstante acata la orden. Ladeando la cabeza para dejar libre la zona.

Jimin pasa un dedo sobre el lugar. Bajando después sus labios y chupando suavemente. Su mano se cuela bajo la camiseta del pálido y acaricia el huesito de su cadera, sabiendo que es su punto débil. Yoongi suelta un jadeo y sus piernas tiemblan. — Jimin...— se siente tan pequeño ante el cuerpo trabajado del menor.

Pero puede hacerse aún más pequeño, ¿Cierto?

Yoongi se aleja, aparta a Jimin solo para dejarlo contra la pared. Y así mismo se pone de rodilla ante él. Sus manos tomando las orillas del boxer para deslizarlo lentamente por sus muslos trabajados hasta que finalmente estaban abajo. Liberando aquella hombría dura, Jimin suspira y se lleva una mano al cabello mientras que la otra toma el mentón del mayor.
— ¿Vas a chuparla cielo?, ¿Vas a darle a tu alfa una mamada? — dice encendido. Yoongi traga duro y asiente con la cabeza mientras mira hacía arriba lamiendo sus labios. Siente su propia hombría hincharse bajo sus pantalones.

Su mano toma el falo del menor, envolviendo la carne con sus dedos , comenzando un vaivén lento. Relame sus labios una vez más y se inclina para pasar la lengua por la glande, sintiendo ese chispeante sabor en su paladar. Su pupila se dilata y no tarda en agacharse un poco más, pasando la lengua desde el saco hasta la cabeza, robándole gemidos a Jimin.

Quién no tarda en llevar su mano hacia la cabellera azabache del mayor. Él cuál no tarda en enguyir la erección en su boca. Abrazandola con la calidez de sus labios, comenzando a subir y bajar con lentitud. Mirando hacia arriba de vez en cuando, chocando miradas con su alfa. Quién ya ha llenado el baño con su aroma, dejando aturdido a Yoongi.

Jimin aprieta un poco el cabello del mayor y lo aparta de su polla para levantarlo y chocar sus labios en un frenesí. Envolviendo ambas lenguas, pronto se convierten en fluidos y chasquidos. El menor lleva su mano hacia el trasero respingado del mayor.
— Vayamos a la habitación Hyung...— le susurra al oído. Sus manos lo toman, Yoongi se sostiene del cuello de Jimin mientras esté camina hacia la habitación. Pronto Yoongi es depositado en la cama, el moreno alfa termina por desnudarse. Prosiguiendo hacer lo mismo con el alfa en el colchón.

Dejando ver esa piel lechosa. Tan blanca cuál perla de mar, la cual no tarda en inclinarse a besar. Situandose encima de el, Yoongi separa las piernas para que puedan acomodarse mejor. Jimin toma sus manos y las deja sobre su cabeza, entrelazando ambos dedos. Sus labios recorren el cuello y pecho del mayor, sus caderas empezando a moverse para crear una fricción placentera para ambos.

Los gemidos no tardan en salir de la perfecta circunferencia que hacen los labios de Yoongi. Jimin suelta de sus manos para seguir bajando, posando estás en la cadera y cintura del pálido. Se dedica a besar su abdomen, dejando leves mordidas alrededor de su tierno ombligo es así que llega a la hombría ya despierta de su pareja.

Depositando un beso húmedo sobre la punta, lamiendo el falo y escupiendo un poco para generar humedad. Sus dedos tantean su entrada mientras le hace la mamada. Yoongi es manojo de gemidos y jadeos, sus manos apretando las sábanas.  — Ah Jimin...— gime y el susodicho saca de su boca la hombría del mayor. Moviéndo ahora los dos dedos que tiene en el interior de este, haciendo un vaivén lento. — ¿Si Hyung?, ¿Se siente bien? — susurra mientras hace tijeras con ambos dedos.

Una vez que siente que ha sido suficiente los retira y se vuelve a posicionar encima suyo. Tomando ambas piernas para dejarlas en sus hombros y así mismo alinear su polla contra su estrecha entrada. Se inclina al oído del mayor — Voy a meterla ahora Hyung.— muerde el borde de su oreja mientras se va introduciendo lentamente, dando una embestida cuando faltaba menos para entrar. Robándole un gemido a Yoongi. Quién después muerde su labio mientras mira al menor. El cuál lo mira totalmente extasiado desde arriba prosiguiendo a embestir con lentitud , aumentando el embiste a uno con frenesí. Causando un ruido húmedo entre ambos cuerpos.

Yoongi no tarda en gemir bajo, siente esa sensación deliciosa de estar siendo molido por su pareja. Su interior se siente tan estirado, caliente. Jimin se inclina para besar sus labios con lentitud y en uno de esos embistes logra tocar un punto en el cuerpo del mayor. Haciendo que esté gima alto y curvee los dedos de sus pies.

Y así se les pasa parte de la mañana, entre gemidos y sudor. Jimin se retira del mayor cuando siente su nudo hincharse, dejando que las tiras de semen caigan sobre el abdomen del blanquecino al mismo tiempo que Yoongi se corre. Ambas esencias ahora en su abdomen. Jimin lo mira desde arriba y le sonríe de lado.

— Te ves tan encantador lleno de nuestros fluidos, Hyung. — susurra bajo, soltando una risa melodica. Yoongi se siente molido hasta los huesos pero no evitar regresarle esa risa. — Y tú te vez muy encantador cuando me estás jodiendo Minnie.— se abrazan ambos cuerpos sudorosos. Sus aromas haciéndose uno.

Y saben que la pasión es más fuerte que cuál quier tormenta que quiera avecinarse.