Alfa Melancólico.

-02. Alfa alcohólico.

Los años pasaron para aquella familia de dos, sin embargo para el Alfa el peso de la perdida de su omega aún era bastante presente en él.
Su hijo ahora tenía cinco años y aquel alfa lo había dejado la mitad de estos en una guardería cerca de su departamento.
-¡Maldita zorra!.- exclamó con furia y decepción y con una botella de alcohol en manos. Nunca iba a perdonar a aquella zorra que decía ser su omega, él pobre Alfa estaba herido y tomaba refugio en el alcohol y el cigarrillos.

El timbre de la puerta sonó y él Alfa a duras penas se levanto para ir a abrir, había olvidado por completo que tenía que ir por su hijo. Antes de abrir la puerta un aroma inundó sus fosas nasales haciéndole marear y gruñir al mismo tiempo, ¿que no eran omegas los que cuidaban de los niños?.

Al abrir la puerta se dio cuenta de que no era así, afuera estaba un Alfa de su mismo tamaño, con el cabello castaño y una sonrisa amplia. La cual se borró al olfatear el alcohol que desprendía el alfa pálido.
-¿Señor Min?.-. Él nombrado parpadeó y después se sostuvo de un sillón, pues el aroma de aquel alfa lo estaba mareando en su totalidad. En adorable alfa entró a la casa del pálido y se tomó el atrevimiento de ir a dejar al pequeño JiHyun a su habitación. -¿Papi?.- cuestionó él menor mientras que él moreno lo dejaba en la cuna. -Ire a ver que pasa con él, ¿vale?.- dijo y sin más se fue hacia la sala.

Se dedicó a limpiar el desastre que había por todos lados.
Tomó las botellas de vidrio y las coloco en una bolsa negra para basura. Después de una hora el lugar estaba implacable, él alfa pálido se encontraba en la misma posición, observando como él alfa moreno hacia todo y como comenzaba a hacer la cena, pues si ya era tarde.
—Señor Min vaya a ducharse.— ordenó y YoonGi se quedó atónito al escuchar la voz calmada y suave del contrario.
YoonGi no s movió en ningún momento, seguía examinándolo y tratando de buscar algún defecto. De pronto sintió un tirón en su parte baja y su aroma comenzó a intensificarse, su lobo moría por frotarse contra el cuerpo del contrario.
—Ve a ducharte Min.—
Él menor había usado su voz de alfa y eso había sido bastante potente como para hacer que sus piernas temblaran.
Jimin nunca tuvo la intención de usar aquella voz y menos con otro alfa, pero simplemente tuvo los instintos de usarla y lo que le sorprendía era que él mayor no había hecho nada mas que parpadear y acatar la orden.

¿Pero que carajo pasaba?.

YoonGi. Min YoonGi estaba siendo doblegado por otro Alfa y lo peor de esto es que su lobo no hacia nada al respecto, en cambio su alfa se quería echar sobre su panza y mostrar su vientre como lo hacían los omegas. en el transcurso hacia la ducha el alfa pálido se dio cuenta de que el otro alfa había recogido su desastre. otro alfa había tocado a su hijo y no le molestaba y es mas hasta su lobo no se mostraba territorial como siempre lo había sido.

Abrió la puerta del baño y se adentro mientras que su aroma se iba intensificando ante la mirada y voz de aquel Alfa, su mente estaba llena de él en tan pocos minutos.

Mientras tanto el joven alfa de tes morena se encontraba en la cocina preparando un poco de kimchi y carne de res al vapor, se quitó el delantal y fue a la habitación de JiHyun, quien muy tranquilo se encontraba dibujando sobre el suelo de su cuarto. JiMin se percato de un aroma que llamaba en demasía a su lobo y como si de un sabueso se tratase comenzó a olfatear aquel aroma hasta llegar al baño.

Sus sentidos se activaron y su lobo rugió con brusquedad mientras arañaba su pecho en un intento de dominar aquella situación, es que aquel tentador aroma característico de alfa le estaba nublando la mente y la consciencia. Sin ser nada delicado abrió aquella puerta y lo primero que sus orbes cafés observaron fue aquella piel lechosa y sin marca alguna, los ojos del menor se tornaron de color dorado y los impulsos de su alfa por querer acoplarse con aquel otro alfa se hicieron presentes, quemado todo dentro de su pecho y causando que un potente gruñido ronco saliera de lo mas fondo de su garganta.

El cuerpo pálido del mayor se detuvo en seco y comenzó a temblar ante una sensación de vulnerabilidad que se había apoderado de su pecho. Sus rodillas flaquearon un sonido parecido a un ronroneo salio de sus labios, lo que causo que JiMin entrara a su espacio personal. Quizás hoy no se acoplaría con el mayor, pero quería cuidarlo como si fuese a quebrarse si no lo tomaba con delicadeza.

---¿Se encuentra bien Sr.Min?.--- Dijo aquel alfa moreno mientras lo sostenía fuertemente con sus brazos haciendo al más pálido suspirar y a la vez gruñir. Esto le estaba jodiendo la cabeza. La vulnerabilidad no se iba y en cambio de ello solo quería apegarse más a aquel pecho fornido del ajeno. Su pulso se acelero al ver que el contrario se encontraba olfateando su cabello e iba a descender por su cuello a no ser porque un pequeño niño curioso se encontraba en el marco de la puerta observando con ojos custionantes sobre aquella escena.
—JiHyun... Cariño, ¿Puedes ir a poner la mesa?, En un segundo voy junto con tu padre.— le dijo con una voz armoniosa, el infante solo asintió y sonrió para después retirarse para poner la mesa.

—P-puedes salir ya.— dijo Min con miedo en sus palabras y con el aroma en su totalidad, Jimin asintió y salió del baño para después cerrar la puerta de este.
YoonGi al escuchar el como cerraban la puerta dejo salir un suspiro que no sabía que estaba reteniendo.
¿Pero que carajo había pasado?, Con rapidez tocó su pecho con la palma de su mano y se sorprendió que su ritmo se encontraba más rápido de lo normal. En su cabeza aparecieron las escenas pasadas como si de una película en el cine se tratase.

Sería una larga noche.