🪻┆Estas son mis condiciones

3.8K 664 46
                                    

— ¿De verdad lo harás? —preguntó madre sin creer que me hubiera convencido tan fácilmente.

Más allá del dinero, era el valor sentimental que esa fábrica significaba para mí. Pero la decisión que había tomado sobre ayudar a pagar las deudas de esa fábrica, serían bajo mis condiciones.

— Lo haré madre, pero solo con una cosa a cambio.

— ¿Y cuál es? —dijo con desconfianza.

— Quiero las escrituras de la fábrica de mi padre.

Un largo silencio de su desconcierto ante mi petición, inundó todo el ambiente.

— ¿Q-qué? ¿No puedes estar hablando en serio? ¿Nos la quieres quitar?

— Tómalo cómo mejor te plazca. Pero para que yo de un centavo, quiero que esa fábrica pase en su totalidad a mi nombre.

— Definitivamente eso no —dijo rotundamente.

Apretando mis puños, suspiré para darme valor a decir tales palabras.

— En ese caso, me dará mucha pena, pero dejaré que otro tome la fábrica.

— ¿Pero qué te pasa? ¿Le vas a dar la espalda a tu familia?

— No mamá, no trates de chantajearme emocionalmente. Con todo este tiempo que los he ayudado no han hecho nada de provecho, solo han despilfarrado el dinero en lujos y viajes. Dime —me acerqué a enfrentarla— ¿Qué me garantiza que cuando pagué esa deuda no vuelva a ocurrir lo mismo?

— Jimin me estás faltando el respeto.

— ¡No! El respeto le estas faltando tú a mi padre. Así que, me das esa fabrica por las buenas o te despides de ella para siempre.

Decir todo eso fue como al fin quitarme el peso de encima, tanto tiempo viviendo como un perro obediente a su amo, al fin sentía la cadena romperse.

— Jimin…

— ¡Da una respuesta, mamá! —exigí.

Ella no esperaba que yo reaccionara así, tanto había sido su pensamiento de que siempre estaría a sus pies, que nunca creyó que me revelaría. Pues eso se había acabado, su banco para lujos y comodidades, se acabó.

— Muy bien… si eso quieres. Lo tendrás, pero quiero que sepas —se detuvo con la voz quebrada—. Que me estás causando un gran daño Jimin. Yo te di la vida.

— Y yo mantuve la tuya —finalicé, dándome vuelta a la salida—. Volveré el fin de semana para que me entregues los papeles, y no intentes engañarme, que vendré con un abogado.

Me largué manteniendo la cara en alto. Por un instante y solo por un mísero segundo, estuve a punto de dejar que me pisotee a su antojo. Mi orgullo estaba por encima de todo.

— Lo hice… —suspiré apretando el timón de mi auto—. Por fin pude hacerlo —mi pecho latió con tranquilidad—. Tanto tiempo viviendo bajo el látigo de su desprecio, y por única vez sería egoísta. No me gustaba decirlo, pero se sentía bien.

Era de mi, quien debía preocuparme, de mi propia vida, no hacer todo para mantener a una mujer que nunca demostró ni una pizca de amor. De ahora en adelante solo pensaría en mi propio beneficio.

Llegué a casa siendo recibida por Jennie, su sonrisa de lado y mejillas llenas, eran todo lo contrario a lo que yo en ese momento demostraba. Mi seguridad y paso firme al andar, no pasaron desapercibido por ella.

— Jimin —me saludó.

— Hola Jennie ¿Tú hermano está en su despacho?

— Emm salió en la mañana por un tema en la empresa, pero acaba de regresar, supongo que ya debe estar cambiándose ¿Quieres que le diga?

— No, iré yo —con la idea en mente de mantenerme lo más serio posible, subí los escalones. Estaba a punto de tomar la decisión más importante de mi vida.

Había pensando en que palabra usar, mientras manejaba de camino de regreso a casa, pero en estos casos, era mejor ser directo.

Me paré fuera de su puerta, y aspiré hondo para darme las últimas fuerzas, entonces conté hasta tres y empujé.

Él se encontraba completamente concentrado en su computador, mas al verme ingresar detuvo lo que tecleaba para fijar su vista en mi presencia.

Se le notaba sorprendido, pues después de la última vez en la que estuvimos en su cama, no habíamos siquiera hablado, simplemente nos evitabamos.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó.

— ¿Puedo sentarme? —dije primero.

— Ya entraste, supongo que puedes hacerlo.

— Bien —jalé una silla que estaba delante de su escritorio para tomar asiento.

— ¿Y bien? ¿En qué te puedo…?

— Acepto —respondí mirándolo a los ojos.

— ¿Qué? —dijo incrédulo.

— Dije que acepto tener a tu hijo.

Jungkook no creyó estar escuchando bien, su rostro de estar en un sueño o pesadilla no fueron sorpresa para mí.

— ¿Qué estás diciendo? ¿Acaso te golpeaste la cabeza o enloqueciste?

— No es nada de eso ¿Y de qué te sorprendes? ¿No era eso lo que querías? Un hijo a cambio de mi libertad y de la herencia, pues bien, acepto.

Pasándose las manos por su cabello, cuestionó— ¿Y qué hay acerca de tu palabra? Dijiste que un hijo no era un negocio ¿Tan rápido cambiaste de opinión?

— Por supuesto que sigo pensando que un hijo no es un negocio, por eso te diré mis condiciones.

— ¿Y cuáles son? —dijo con interés.

— Apenas tenga la certeza de estar embarazado, quiero que los papeles del divorcio empiecen a ser agilizados, que la herencia se transfiera a mí lo más pronto posible y por último, lo más importante es que quiero quedarme con mi hijo.

— Un momento. Tú no puedes estar tomando tales decisiones.

— Son mis condiciones Jungkook. Un hijo no es un negocio por ello quiero hacerme cargo de él, y pienso que con el dinero de la herencia podré darle un buen futuro.

— Entiendo tu punto, pero también será mi hijo.

— Tú tendrás lo único que te importa que es tu herencia, en cambio yo obtendré una familia. Me alejaré de esta casa, y de las personas que nada bueno le aportan a mi vida. Por fin podré ser feliz y a hacer feliz.

— Jimin ¿Por qué tomas esta decisión ahora? ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

— No es nada que te importe —me levanté del asiento—. Dime ¿Aceptas o no?

— Jimin…

— Fui claro Jeon Jungkook ¿Aceptas o no?
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

🪷😶‍🌫️❤️‍🔥No se les olvide votar❤️‍🔥😶‍🌫️🪷

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🪷😶‍🌫️❤️‍🔥No se les olvide votar❤️‍🔥😶‍🌫️🪷

𝙽𝚄𝙽𝙲𝙰 𝙵𝚄𝙸 𝚃𝚄𝚈𝙾 ━━━ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora