Efecto Cianuro [Parte 1 y 2]

☆彡彡 𝑃𝑅𝑂́𝐿𝑂𝐺𝑂 ミミ☆

EFECTO CIANURO PARTE 2

*SINOPSIS*

Hal Jordeyn nunca fue normal, eso lo sabemos. Desde pequeño su padre le inculcó que debía matar, que había nacido para eso. Y sí, nació para matar, es su actividad favorita, pero todo cambia cuando recibe la orden de matar a una peculiar chica pelirroja que ya conocía de antes.

*NOTA*

OMGGGGGG, ni siquiera me puedo creer que vaya a volver a escribir Efecto Cianuro. Es emocionante porque, bueno, no sé por qué, pero es emocionante.

En fin, no tengo mucho para decir, excepto que espero que disfruten la segunda parte de nuestro querido libro Efecto Cianuro.

Ya deben saber que esta parte será narrada por el prota masculino.

INICIO 15/05/2024

*PRÓLOGO*

La nieve se tintó de rojo. El grito que dejó salir se quedó grabado en mi mente. Se repetía una y otra vez.

Era la primera.

Hubiera deseado que fuera la última, pero no, era la primera.

La primera víctima, el primer encargo.

La veía morir lentamente. Una mano tocó mi hombro. Volteé la cara y vi a mi padre. Él sonrió con orgullo al ver a la chica tendida sobre la fría nieve desangrarse poco a poco.

—Bien hecho. Vámonos, hace frío —me dijo con voz profunda.

En las siguientes noches no pude dormir. Había matado a una persona, me había gustado, pero se sintió algo horrible. Es como si una parte de mí hubiera muerto con ella.

Hoy, después de algunos años, piso el suelo de la horrorosa organización a la que mi padre me obligó a entrar luego de matar a aquella mujer en invierno.

Bloodwest es el nombre de la organización. El abuelo de mi padre la creó a sus treinta años, más tarde su hijo se convirtió en el presidente, o sea mi abuelo. Actualmente el presidente es mi papá. Cuando llegue el momento lo seré yo.

No estoy emocionado por serlo, de verdad que no.

Suspiro. Lila —la secretaria de mi padre, recepcionista del lugar y mi casi madrastra de veinticuatro años— me indica que el presidente está en una importante reunión.

Aún no entiendo cómo es que el bisabuelo construyó este lugar bajo tierra. Desde entonces se han hecho varias remodelaciones. Me siento en una silla al lado de la recepción. Este lugar es como una pequeña empresa.

Lila se encarga de vigilarlo todo por aquí y atiende cada cosa que debe hacer. Mantiene la limpieza y la organización, tiene un carácter disociativo de la personalidad y en su otra ella asesina a quien le parezca conveniente. Así y todo, no tiene permitido entrar a las reuniones.

Mi padre por fin sale de su reunión. Me observa, pensativo.

—¿Querías tu libertad? —cuestionó. Asentí, llevo años pidiendo que me libere porque no quiero pertenecer a esto—. Tengo un último trabajo para ti y tendrás tu estúpida libertad.