|• Ahora Todo cambio •|

D I E C I O C H O

"El amor es un secreto que los ojos no saben guardar".

— Bien, vayamos a comer. Muero de hambre. ¿Dónde estuviste metido? Todos fuimos por madera, necesitábamos esos brazos — dijo la mujer. De manera confiada, tocó los brazos de su acompañante, confirmando su hablar.

La chica sonrió algo nerviosa, alejando su mano al ver la manera en que el hombre la observaba. Tal vez había cruzado la línea de confianza. Masky miró el rostro de la mujer y negó, cerrando los ojos antes de rodarlos con fastidio.

Al llegar a la cocina, detuvo su caminar casi de manera instantánea. Desde su posición, podía observar mejor la manera en que Cat había enrollado su mano con la del castaño. ¿Acaso ahora estaban juntos?

Rouge le empujó con el dedo, y entonces volvió a caminar. Nadie le observó. Todos estaban concentrados en sus propios asuntos, hablaban y reían casi a carcajadas. Fue ahí donde pudo ver por fin lo solo que estaba.

No podía culpar a nadie, pues la culpa era suya. Él se había alejado de todos, él había puesto un muro por su orgullo. Recordaba cómo antes todos los chicos le buscaban para salir. Ahora ni siquiera le saludaban. Masky pudo ser todo, pero siguió aferrado a la nada. Aunque no lo admitiera, esto había llegado a golpear un punto que el mismo mayor ni siquiera sabía que tenía.

Tomó asiento. A sus costados estaban Brian y Smiley. Ambos hombres reían y platicaban de manera amigable y ruidosa. Al lado de Brian estaba Slender Doll, quien de igual manera mantenía una conversación con la ruidosa chica de sudadera blanca, Kathe. Némesis y Rouge se mantenían en ambas esquinas de la mesa, calladas a primera vista, pero se comunicaban con miradas. Cada ritmo en su parpadeo era un mensaje coordinado; posiblemente de la diaria convivencia, su comunicación era casi telepática.

Al otro lado de la mesa estaban Kagekao y Domino. Ambos chicos parecían reír a carcajadas para finalmente contagiar al hombre a su lado, Graffiti. Este había llegado hace poco y ahora había hecho click casi instantáneo con ambos hombres. El trío era bastante escandaloso. Un poco alejados de ellos estaban Tobías y Cat. Ambos hablaban lo suficientemente bajo para solo ellos ser testigos de su plática, que por lo visto era lo suficientemente entretenida para que el menor no tuviera tiempo suficiente de comer.

Pues su comida estaba casi intacta en su plato. Masky observaba a todos mientras comía en silencio. Todos le excluían del tema de conversación, incluso Brian. El mayor comía en silencio mientras su mirada seguía fija en algo que atrapaba su atención por completo: Tobías.

— Bueno, la semana está por acabar. Solo quedan cinco días. Todos sabemos que los días pasan demasiado rápido y en un abrir y cerrar de ojos, cada equipo estará de vuelta en su cabaña y zona que cubrir — dijo Némesis mientras llevaba un poco de comida a su boca. Después de masticar adecuadamente, volvió a hablar. — Pero no hay que lamentarse, tal vez podamos crear reuniones anuales para poder conectar con viejos amigos.