‼️ Está historia fue creada tomando de inspiración la historia de @sara1d_Im660 titulada "Cambio de papeles,Ahora tu sufres".
🌻 : Solo tome la idea de la historia,Cambiare la esencia sin alejarme tanto del tema,Quiero que tengan en mente que esta o...
Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
Los días pasaban, tan lento para el hombre de cabello castaño oscuro. Encerrado en esas cuatro paredes, podía sentir cómo el reloj avanzaba sin tener consideración de su estado, y es que Timothy seguía aferrado al pasado, se negaba a soltarlo.
Había pasado una semana después del incidente con Brian; este no le había dejado salir a partir de ese momento. Con cada hora que pasaba escondido en la sombra de su habitación, su piel tomaba un color amarillento por la falta de luz solar. En sí, el mayor se miraba en mal estado.
Se había negado a comer los primeros tres días, dejando a Brian la obligación de alimentarle. El chico de sudadera se encargaba de vigilar que comiera. No se rendía a pesar de que Timothy se negara a dar bocado o dijera que estaba lo suficientemente asqueado como para permitir que la comida hiciera contacto con su lengua.
No solo el de máscara la pasaba mal, pues Brian también sufría a su manera. No era agradable para él actuar de esa manera con su compañero. No le parecía algo cómodo, y la única razón por la que realmente siempre ponía un rostro serio al estar frente a frente era para buscar intimidación y mantenerlo al margen.
No era una mala persona, intentaba ayudarlo a su manera. Aunque Timothy no lo viera por el momento, algún día lo haría, y entonces todo volvería a ser como antes. Pobre ilusionado, el pasado que tanto extrañaba en silencio no volvería.
Habían perdido la humanidad que antes tenían; nunca serían normales, ni le llegarían a los talones a esos muchachos de hace años. Tal vez en el fondo lo sabía y era por esa razón que duraba minutos frente al espejo, buscando algo. ¿Qué? A él.
Se perdía en sus propios ojos y se sentía tan ajeno a su propio rostro, a su voz y acciones. No sabía dónde terminaba el pasamontañas y dónde comenzaba él, o si realmente seguía estando allí. A veces su observación le llevaba a crisis de personalidad que eran pequeños pasajes de sufrimiento para el adulto. Era imposible estar bien en su situación; no era nada agradable, y más de una vez odiaba al mundo a su alrededor.
Necesitaba odiar algo aún más de lo que se odiaba a sí mismo, para poder avanzar, para poder dejar de tenerse miedo. No iba a negar que varias veces despertaba asustado. Aquellos ojos le miraban desde la esquina de su incómoda cama. Le observaban y parecían divertidos con la incomodidad que siempre le causaban; se sentía observado por ese par de ojos que poco tardó en descubrir de quién eran. Es algo extraño que no reconociera sus propios ojos.
— Por favor, vuelve — pedía el hombre de máscara — Yo sé que volverás. No puedes dejarme aquí, no lo harías — balbuceaba una y otra vez. Tal vez solo buscaba autoconsolarse.
Timothy llevaba días cumpliendo la misma rutina, sentarse frente a la puerta y esperar de manera paciente, sintiendo la manera suave en que el tiempo le acariciaba las mejillas, secando las lágrimas de desesperación que a veces dejaban escapar sus ojos.
Los mismos que seguían perdidos en el color café astillado de la puerta frente a sus narices, buscaba desesperado y parecía que su corazón saldría disparado por su boca cada vez que veía una sombra pasar por la ranura inferior de dicha puerta. Esperaba el momento en que los pasos se detuvieran y esa entrada dejara pasar al menor de cabellos castaños y risa juguetona. Quería verle sonreír y fantaseaba la manera en que este seguramente se burlaría y diría que todo había sido una broma.
Entonces, en ese momento, volverían a abrazarse y sus risas regresarían a ser una. Pero las fantasías tienden a quedarse en la cabeza, y en la de Timothy no había suficiente espacio. Rápido y con cada día la emoción había desaparecido. Ahora no planeaba bien cómo podría recibir al castaño; tal vez podría estrellar su cara contra la madera, hacer que sus tímpanos sangraran y entonces poder escuchar cómo balbuceaba que todo era una broma.
En ese momento posiblemente podría tomar su cuerpo, lo llevaría por un recorrido al infierno hasta que deseara ser salvado y entonces Timothy estaría ahí para protegerlo del pozo donde él mismo se encargaría de ahogar a Tobías. Entonces, cuando él fuera su salvador, podría regocijarse.
— Vuelve, sigo esperando que vuelvas — murmuraba mientras mordía sus dedos. Hace días que las uñas se habían acabado. ¿Cuánto llevaba ya? ¿Una semana esperando? — Sé que volverás, no puedes dejarme aquí, realmente no puedes abandonarme, ¡NO PUEDES ABANDONARME!
Brian solía escuchar sus balbuceos, era consciente de la decadencia emocional de su compañero. Suplicaba que Masky despertara y tomara el cargo de la situación. Lamentablemente, eso no sucedió hasta una semana después. Timothy necesitó tres semanas para morir mentalmente.
— Basta, duerme. No puedes tomarlo ahora, él vendrá. Será hoy, lo siento — hablaba. Para Timothy era doloroso, su cuerpo comenzaba a desobedecerle y su mente tenía una nueva razón. Su tiempo se había acabado, Masky estaba de regreso y no parecía tenerle piedad a su otra personalidad.
Hoodie se mantenía sereno, esperaba que Masky esta vez lograra mandarlo a dormir y, para su suerte, ese fue el día. Masky había despertado, dejando por fin a Timothy descansar de un sufrimiento que estaba matándole. Después de tanto tiempo apagado, había olvidado lo que era el dolor y el sufrimiento, que rápidamente no supo cómo lidiar.
Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.
#Hola,perdón por desaparecer pero tuve problemas de salud,por suerte estoy mejor y volveré a la rutina de escribir uno o dos capítulos por día.