☾ Capítulo 31 ☽
"Un respiro"
Había dejado a mi mamá en el cementerio.
Entendí que ya estaría en paz, pero no el por qué las personas buenas siempre son las primeras en abandonar el plano terrenal. Todo sucedió después de ver cómo a Mendoza lo arrestaban otra vez. Llegué a casa junto a Dam y Bren, y encontramos a papá llorando mientras abrazaba el cuerpo de su esposa. Mi mundo se detuvo en ese instante y mi corazón se marchitó. Estuve acompañada en cada instante por la familia de mis amigos, me sostuve en ellos en un momento tan difícil. Sin embargo, papá no podía recuperarse del dolor. Éramos solo él y yo.
Después del entierro, volví a casa y me quedé dormida en el viejo sillón en pocos segundos rogando soñarla y abrazarla por última vez, pero no sucedió. Solo tuve muchas pesadillas, una tras otras. Y cada vez que despertaba, Dam estaba allí para calmarme, contenerme y abrazarme.
Dos semanas después logré salir de casa, Gero y Bren me invitaron a comer y pasar el día en el campo de su familia. Allí ambos me pidieron perdón. Mi mejor amiga por haberme ocultado la verdad y Gero por aprovecharse de la vulnerabilidad de su hermano y hacer que se alejara de mí, aún sabiendo que no pasaría nada entre los dos. Les perdoné porque la vida era corta y no quería desaprovecharla estando molesta con personas que siempre me brindaron una mano en los peores momentos. Además, todos alguna vez podíamos equivocarnos, eso nos hacía humanos.
Empecé a sentirme mejor cuando mi padre pudo ponerse de pie. Se inscribió una comunidad de personas adultas para mantenerse ocupado realizando actividades mayor parte del día. Además, asistía a su grupo de apoyo sin falta, prometiendo en memoria de su esposa que vencería su enfermedad.
En tanto, yo seguía buscando trabajo. Si bien hice las paces con Dam, necesitaba empezar de cero con mi vida. Necesitaba aires nuevos. De vez en cuando visitaba a los niños y jugaba con ellos, aunque me torturaban cuando me decían que me extrañaban, pero traté de ser fuerte y no caer en la tentación. Y con respecto a Mika, dábamos paseos solos o con Pietro y de vez en cuando dejábamos solicitudes de empleo por todas partes cruzando dedos para que me llamaran.
Una noche, Brenda me invitó a una cena familiar, allí estaba incluido Dam quien se fue acercando a Arianna con el pasar de los días. Ambos pudieron soltar y perdonar aquel pasado oscuro y sonreír al presente. Tuvieron en cuenta la muerte de mamá y comenzaron a disfrutarse en vida antes de lamentarse tarde.
Dam se integró muy bien a su segunda familia, supe que tenía tanto miedo que su padrastro lo rechazara junto a su hermano más pequeño, pero fue todo lo contrario. Incluso tenía su propia habitación la cual decoró con la ayuda de Brenda y Valentino. Gero, se encargó de colocar las ventanas con los vidrios adecuados para que el sol no pudiera entrar. Hubo momentos donde envidiaba aquella feliz familia. Como, por ejemplo, en esa cena donde Arianna discutía con su hija por querer tener la razón, pero en realidad ninguna la tenía. Y eso llevaba a que Gero saliera de defensor de su melliza y que Dam hiciera algunos chistes por la situación provocando carcajadas entre todos y así se olvidaran del motivo de la disputa. Verlos tan unidos hacía que extrañara muchísimo mi a mamá, pero comprendí que nadie tenía la culpa de nada, que la vida lamentablemente funcionaba diferente para todos.
—¿Ara, estás bien? —Brenda me llamó y bajé a la tierra otra vez abandonando mis pensamientos. La tenía al lado con un frasquito de postre—. ¿Entonces quieres?
—¿Disculpa?
—Que si quieres postre —repitió con una sonrisa.
—Oh... No, gracias. En realidad, necesito airearme. —Me levanté de la mesa y me disculpé con todos para poder ir al patio.
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Cuando la noche sea eterna
Teen Fiction"Él no puede ver la luz del sol, pero ella iluminará su vida." ⚠️ PORTADA HECHA POR: @Lea_Estrella ⚠️ ACTUALIZACIÓN: SOLO VIERNES O SÁBADO 🚫PROHIBIDO COPIA PARCIAL O TOTAL DE LA OBRA "CUANDO LA NOCHE SEA ETERNA" DE ELIZABETH GUILLEN (@eliguillen_)...