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Chase

Sus gritos de dolor me ocasionaron placer. La rabia que me consumía no me dejaba ser empático con él. Yo estuve en el infierno y sé lo que es quemarse, pero mis traumas no eran lo suficientemente grandes para hacerme sentir compasión por Jeremy.

Nate y yo nos alejamos de la casa para observar la situación a distancia. Nate se veía tenso y preocupado. Los vecinos estaban como locos mirando la escena y la sirenas de la ambulancia comenzaban a acercarse a la escena. El ruido era lejano, pero no tardarían en llegar a la casa. Crucé los dedos para que Jeremy muriera antes de que lograran venir, pero sé que no iba a sobrevivir a esto.

Esta noche ha sacado lo peor de mí. Me convertí en un villano otra vez y estaba orgulloso de eso. No tenía cargo de conciencia por mis acciones, pero sé que eso podía cambiar cuando Skyler y yo nos viéramos. Ella no tardaría en enterarse de lo que hice.

—Deja de estar nervioso. Nadie nos vio y no hay cámaras de seguridad por la zona, Nate —pedí abriendo la ventanilla para que el aire se adentrara.

Tal vez era la tensión en el ambiente la que no me dejaba respirar tranquilo.

—A mí tampoco me gusta. Ese hijo de puta merece esto. —Justo cuando Nate pronunció la última palabra, Jeremy dejó de gritar.

No tengo que ser adivino para decir que ha muerto. Sus gritos fueron apagándose poco a poco hasta que su corazón dejó de latir.

No había nada más que hacer aquí. Me quedé para asegurarme de que él estuviera muerto y no escapara, no por morbo. Ahora que sé que ha muerto, debo regresar a cuidar de mi novia. Dejarla sola me preocupaba, pero sentí alivió de que Sam estuviera con ella y el resto de los chicos. Sin embargo, no puedo confiarme porque me han acribillado la casa de Skyler en mi presencia.

—¿Pero? —lo miré atento.

—Pero hace tiempo no mataba a alguien. La última vez que maté a alguien con mis manos fue hace décadas, cuando no sabía controlar mi sed de sangre.

—Técnicamente no lo matamos nosotros. Lo mató el fuego.

—Eres frío cuando quieres, Chase.

—No puedo sentirme mal por matar a quien intentó matarnos. Tú podrías estar muerto ahora mismo si una bala te hubiera alcanzado. Sara está en el hospital. No sabemos qué le pasará. Y Sam fue herido y pudo haberle costado la vida. Tuvo suerte de quitar la bala de su cuerpo tan rápido.

—No cuestiono eso. Sé que tienes razón y hemos hecho lo correcto —aceptó, pero noté la incomodidad en su voz.

El camión de bomberos y las patrullas de policía pasaron a un lado de nuestro coche apresuradamente. El viento provocado por los vehículos se coló por la venta y movió mi cabello. Oí otra sirena a lo lejos. Seguro era la ambulancia.

Acomodé mi cabello como si nada hubiera pasado hace unos minutos, y me preparé para marcharme de la escena del crimen.

—¿Qué le vas a decir a Skyler? —la pregunta de Nate me quitó de mi burbuja.

No lo he pensado, y espero que mi cerebro sea capaz de elaborar alguna respuesta para Skyler. No quiero que se enoje conmigo por lo que hice, pero tampoco voy a poder mentirle. Quiero hacerlo para no marchar la imagen que tiene de mí, pero no lo haré. Skyler merece la verdad. Puede odiarme por esto todo lo que se le dé la gana, pero nunca me arrepentiré de lo que he hecho. Lo hice por ella y por su familia.

—La verdad.

Capté la casa de Skyler. El olor a pólvora era fácil de detectar para mí. Los agujeros en la pared de la casa me pusieron los pelos de punta. Las balas del arma fueron capaces de atravesar las paredes. Los vidrios rotos de las ventanas fueron reemplazados por cartones. Apenas caigo del peligro que nos salvamos la mayoría. Pasé a un lado del manchón de sangre en el suelo del tipo a quien le desfiguré la cara.

Atracción destructiva +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora