Nos Volvemos A Ver

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Luego de que aceptara quedarme en este lugar alejado de la civilización, el hombre o criatura ordenó que se me desencadenara inmediatamente.

—Me alegra que hayas aceptado —me confiesa mientras salimos de la oficina para dar un recorrido por la casa—. Habría sido una pena tener que matarte si no aceptabas —dijo con una naturalidad que me dejo helada.

La casa es bastante cálida y acogedora. Todo es rústico y con pequeños toques modernos, pero sin duda se mantiene un estilo muy varonil.
Mientras él camina yo lo sigo como perrito faldero hasta que llegamos a una puerta que se encontraba al final de un largo pasillo.
Él abre la puerta y me hace un ademán para que entre.

—Esta será tu habitación —me informa—. Si necesitas algo ya sabes donde esta mi oficina. Siempre me encontrarás ahí.
—De acuerdo.
—Descansa un poco, más tarde conocerás a los demás.

Se va dejándome sola. Y luego me doy cuenta de que se olvidó de decirme algo esencial.
Salgo rápidamente al pasillo.

—¡Ey! —grito llamando su atención.
—¿Sucede algo? —pregunta dándose media vuelta.
—No se tu nombre.
—Slenderman —pronuncia para luego seguir con su camino.

Entro a mi nueva habitación y cierro la puerta poniéndole el pestillo.
Observo el lugar.
Una cama grande, una alfombra, un pequeño armario, un par de sillones muy monos, una chimenea de la cual me enamoré y una vista al exterior que me dejó sin aliento. Las paredes y pisos de madera. (Habitación en multimedia)

Me deshice de mi mugrienta sudadera y me dejé caer en la suave cama quedándome dormida sin darme cuenta.

Unos toques en la puerta me sacaron de mi profundo sueño. Me levanté arrastrando mis pies perezosamente. Abrí y me encontré con Slenderman.

—¿Has dormido bien? —preguntó cortésmente.
—Como nunca —respondí tallándome los ojos intentando despertar completamente.
—Hay un par de personas que quiero que conozcas.

Él empezó a caminar y yo sólo lo seguí de cerca.
Mientras nos íbamos acercando a la sala de estar unos gritos se hacían más fuertes.
Cuando llegamos a la sala esta Laughing Jack peleando con un tipo que nos está dando la espalda.
Laughing desvía un poco su mirada del tipo y me ve horrorizado. Empuja al tipo a un lado haciendo que este caiga.

—¡Joder! —grita—. Se supone que a estas alturas deberías estar más que muerta —dice enojado.
—¿Se conocen? —pregunta Slenderman para ponerse al tanto de la situación.
—Si —contesto yo—. Intentó matarme tres veces y falló vergonzosamente —me burlo de él.

El tipo que estaba en el suelo se levanta y suelta una sonora carcajada.

—Eres un inútil —le dice a Laughing con la única intención de joderle.

—Cállate imbécil. Si no mal recuerdo tu hermano está vivo.
—Como sea —dice desechando el tema—. ¿Qué hace ella aquí?
—Ella es ____. Se quedará aquí.

El payaso mantiene una a expresión dura, mientras que el otro se retuerce de la risa.

—¿De qué tanto te ríes maldita copia barata del guazon? —le escupo cabreada.
—¿Qué mierdas dijiste? —se deja de reír abruptamente y se acerca amenazante a mí.

Joder. Veo como saca un cuchillo de su chaqueta y lo presiona en mi abdomen.
Me estoy muriendo del miedo pero no se lo demuestro.

—Lo que escuchaste sonrisas.
—Ya calmados —interviene Slenderman con seriedad y lo aparta de mí—. Si vamos a vivir todos en una misma casa al menos deberíamos llevarnos bien.
—Ella no puede quedarse —dice furioso.
—Ya lo he decidido, Jeff.
—¡Es una humana! —se queja.
—¿Y? —lo reto.
—Tú no te metas cara de muñeca, —contesta con brusquedad— esto es entre Slender y yo.
—Jeff ella ha logrado apuñalar a Tobby y escapar de él y los otros. Inclusive ha sobrevivido a Laughing.
—Eso no cambia el hecho de que sea humana.
—Tiene el don —dice frustrado—. Sólo le falta desarrollarlo. Necesita que la guíen. Y Laughing es perfecto para la tarea.

Él da un respingo y niega repetidas veces. 

—No lo haré. Ella debería de estar muerta.

El Enemigo [Laughing Jack Y Tu] (Book 1)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum