Jill

10K 1K 97
                                    

Han pasado dos días desde que me enteré que Jack golpeó a Jeff y nadie ha dejado de burlarse de él. Se enoja fácilmente cuando sacas el tema a relucir. Pero supongo que se lo merece por ser un imbécil las 24 horas del día los 7 días de la semana.

Jack aún no ha regresado desde aquel día en el bosque. No quiero preocuparme pero no puedo evitarlo.

He estado en mi habitación encerrada. No he entrenado en absoluto. Mi mentor se niega a aparecer.
Voy a la cocina por comida. Y cuando mi estómago obtiene lo que quería voy directo a mi habitación. Pero en el trayecto me tropiezo con Jill.

—Hola —saluda con un tono lo suficientemente amistoso como para hacerme dudar.

Doy un paso atrás tratando de mantener una distancia prudente entre nosotras. Miro a todos lados pero no hay nadie.

—Jack no ha regresado desde anoche. Slender salió. Jeff salió de casería y los demás fueron al centro comercial.

Está tratando de asustarme. Y la verdad es que lo estaba logrando. Pero definitivamente no le iba a dar el gusto y lo iba a demostrar.

—Que bien —digo restándole importancia. 

—Fui a buscarte a tu habitación anoche y no estabas.

Tragué saliva. Definitivamente el haber salido a caminar me había salvado la vida.

—¿Dónde estabas? 

—No es de tu incumbencia. 

—Sally me dijo que salías al bosque. ¿Sabes? El bosque es un lugar muy peligroso. Algún día de estos tal vez no vuelvas de tus escapadas nocturnas.

Mi corazón se acelera. Eso claramente era una amenaza en vivo y directo.
Sólo ruego porque no se le ocurra atacarme en este preciso momento donde nadie podrá escuchar mis gritos de auxilio y venir a rescatarme.

Paso por su lado y voy directo a mi cuarto. Mi corazón amenaza con salirse de mi pecho.

—¿Por qué tanta prisa? —pregunta a mis espaldas.

Ni siquiera volteo a mirar. Sé que me va a atacar en este momento y me echo a correr con todas mis fuerzas.
Los pasillos parecen interminables en este momento. Y lo único que logro escuchar son los latidos de mi corazón que late furioso.
Llego y abro la puerta y entro cerrándola tras de mí en un sólo y rápido movimiento. Aseguro la puerta y jalo una silla y trabo la puerta.

Miro desesperada a mí alrededor buscando una salida.
Y viene a mi mente escapar por la ventana.
Me acerco rápidamente y cuando corro las cortinas me encuentro con que la ventana ha sido tapada con tablas. Diablos.

Jill está a punto de derribar la puerta. Mis ojos están vidriosos. Estoy a nada de llorar por la desesperación.
No tenía escapatoria alguna. Sólo me quedaba ocultarme para ganar un poco de tiempo.
Y segundos antes de que ella derribara la puerta yo entré en el armario.
Me hice ovillo en la esquina y cubrí mi boca con mis manos. Mi cara estaba empapada en lágrimas.
Si ella me encontraba iba a morir. Laughing Jill era mucho más peligrosa que Jeff, eso lo sabía bien.
Incluso Slender me había aconsejado que me alejase de ella, cuando ni siquiera con Jeff me había advertido mantener distancia.
Jeff es del estilo brabucón, al que le gusta infundir miedo.
En cambio Jill parece muy decidida en acabar con lo que empezó.

{

El Enemigo [Laughing Jack Y Tu] (Book 1)Where stories live. Discover now