El Enemigo [Laughing Jack Y Tu] (Book 1)

Decide

Ella se sentó con pesadez.
Lo miró sin poder descifrar si estaba muy enojado o sólo enojado, y le molestaba. Le molestaba tener que estar con la incertidumbre de lo que se venía a continuación. Odiaba todo lo que le rodeaba.

—Te has escapado. 

—Sí. Lo hice. 

—¿Por qué?

Ella lo meditó un segundo. Eran demasiadas las razones. Estaba cansada de Jack, extrañaba su vida, se sentía esclava y fuera de lugar. Odiaba en lo que se había convertido y odiaba aún más a la nueva ______. Era infeliz de muchas maneras.

—Porque sí —se limitó a decir—. Yo necesitaba un respiro de todo. Realmente necesitaba un momento para olvidar todo. 

—Pero no te has ido un momento. Te fuiste por días.

—Lo siento.

Y la verdad es que no lo sentía. Ella había amado con cada fibra de su ser cada segundo de libertad que había tenido.
Slender asintió. Estuvo en silencio unos segundos. Hasta que decidió hablar nuevamente.

—Te has cansado de estar aquí, ¿no es así?
—Estoy cansada de llevar esta vida.

Slender se levantó de su asiento y miró a través de la ventana el paisaje que se extendía en el horizonte.

—¿Quieres marcharte?

Ella lo pensó durante un momento. Sí. Eso quería. Deseaba marcharse de ese espantoso lugar que le había arrebatado todo.

—¿Y eso que diferencia hace? 

—Te estoy dando la oportunidad de irte o quedarte. Decide. 

—Tengo el presentimiento de que me pedirás algo a cambio de mi libertad. 

—A diferencia de los demás te daré solo una condición. Si te vas no puedes acercarte a tus padres. No me lo digas ahora, tómate el resto de la tarde y la noche. Mañana por la mañana me dices que has decidido.

Ella asintió y salió de la oficina. Fue a la habitación y se recostó en la cama mientras miraba el techo como si se tratase de una obra de arte.
Si no iba a ver a sus padres, ¿qué sentido tenía irse?
Slender era demasiado astuto. Le había puesto esa condición a sabiendas de que ella solo quería regresar con sus padres.