Capítulo 8

1.7K 280 33
                                    

—Deja de mover tus manos, estás actuando muy Beth otra vez —dijo Frederick entre dientes mientras rodaba los ojos—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Deja de mover tus manos, estás actuando muy Beth otra vez —dijo Frederick entre dientes mientras rodaba los ojos—. Y yo pensando que esto iba a ser más fácil.

Estaba un poco molesto conmigo por haber actuado sola, pero era más probable que se cayera un meteorito que destruyera a toda la humanidad y convirtiera a los sobrevivientes en zombies que a él se le ocurriera algo útil para continuar con nuestra investigación, no era mi culpa que me interesara terminar con esto lo más rápido posible.

—Estoy nerviosa, no actúes como un idiota resentido —protesté dándole un codazo en las costillas para que dejara de mirarme como si fuera un estorbo.

—Ahí vienen. Solo déjame hablar, mantente al margen —pidió dando los primeros pasos tranquilamente para llegar a su encuentro.

Sabía que él tenía un plan, pero no me lo había dicho, suponía que este era su modo de vengarse pasivo-agresivamente de mi y después andaba diciendo por ahí que éramos compañeros y no sé qué más. De todas formas dejé que hiciera lo que quisiera, tampoco era como si yo tuviera un plan y no iba a ser capaz de saludar a Emily sin colapsar en el suelo por un ataque de nervios, por eso solo asentí ante sus palabras y caminé detrás suyo para reunirme con la ricitos de oro versión adolescente y el tipo que parecía haber salido del cast de la primera película High School Musical al lado suyo.

—Tú debes ser Bethany y su compañero —dijo Emily con una sonrisa, su energía era tal cual como la había imaginado—. ¿Cómo están? ¿Todo en orden, chicos?.

—Bien, vamos a sentarnos —pidió Frederick intentando terminar esto con rapidez, pero Emily lucía bastante inconforme con sus palabras.

—Antes pidamos algo para tomar, ¿qué quieren ustedes?

Pese a que al engreído e insoportable de Gideon no le gustaba la idea de comprarnos algo para tomar, Emily y yo pedimos unas malteadas y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana. Me sorprendía un poco que la ricitos de oro estuviera tan tranquila y hablara conmigo como si fuéramos amigas de toda la vida; era cierto que nos habíamos cruzado un par de veces, pero nunca nos habíamos quedado conversando en los pasillos o saludado alguna vez, me sorprendía incluso que supiera de mi existencia, ella era lo más cercano a una celebridad que había en la secundaria y yo lo más cercano a una vagabunda.

Frederick entrelazo sus dedos sobre la mesa y se quedó mirando a ambos fijamente como si se tratara de un villano, actuación que no tenía ni siquiera que forzar, ya que el papel le quedaba perfecto. No sabía en qué momento iba a comenzar su maravilloso plan, porque hacía más de cinco minutos habíamos tomado asiento y las únicas que estábamos hablando éramos Emily y yo de nuestros gustos favoritos de helado, información por la cual estaba más que claro que no habíamos venido a buscar.

—Bien —dijo Frederick llamando la atención de todos—. Emily y Liam sabemos lo que hicieron, no hace falta que lo nieguen, es obvio que ustedes son culpables de todo, solo necesito que me digan por qué así terminamos con esto rápido, me quiero ir a casa.

Una investigación por BethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora