Capítulo 10

1.6K 260 20
                                    

El domingo por la tarde, luego de que Cassie haya abandonado mi casa, no sin antes parlotear el mayor tiempo posible sobre Liam obligandome a fingir que me interesaba toda la información que me estaba dando, terminé yendo a Hunter and Teddy en bus...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El domingo por la tarde, luego de que Cassie haya abandonado mi casa, no sin antes parlotear el mayor tiempo posible sobre Liam obligandome a fingir que me interesaba toda la información que me estaba dando, terminé yendo a Hunter and Teddy en busca de paz y para comentarle al arrogante bueno para nada de Frederick lo que me había enterado.


Luego de pedir dos malteadas de chocolate para ambos, me senté en la mesa de siempre, la que quedaba cerca de la ventana con vista al exterior, a esperar que se dignara a llegar. Para aparentar ser alguien muy correcto no cumplía con lo prometido, después de todo habíamos acordado estar aquí a las cuatro en punto y ya habían pasado más de diez minutos.

—¿Te dormiste en el camino o qué? —dije apenas se detuvo enfrente de mi mesa con su misma cara seria de siempre.

Su atuendo parecía que se lo había robado a mi profesor de historia, con su sueter negro de rombos y sus pantalones beige lucía mucho más grande de lo que en verdad era, pero yo sabía que detrás de todo ese aspecto barato de intelectual se escondía un chico arrogante y criticón que estaba muy lejos de ser el próximo Stephen Hawking.

—Tuve que hacer cosas —protestó quitándose su bolso cruzado para luego tomar asiento enfrente mío.

—Te pedí una malteada —señalé arrastrando la bebida enfrente suyo con una sonrisa, estaba de bastante buen humor y esperaba que él lo notará.

—Sabes que no me gustan las cosas con azúcar —protestó con una mueca en su rostro como si fuera algo obvio, pero no sabía en qué momento yo me había vuelto una experta en la vida de Frederick Gideon.

—Ya la compré, ahora la vas a beber —protesté rodando los ojos, no podía creer que estuviera despreciando mi buen gesto.

—Iba a decir algo, pero me acordé que tienes información, así que prefiero llamarme al silencio.

Iba a quejarme al respecto, pero como técnicamente no me había dicho nada malo no podía hacerlo, creo que fue lo más lindo que me había dicho desde que nos conocimos y eso decía mucho sobre la relación que teníamos.

Aprovechando su silencio, saqué mi hermosa cámara del bolsillo de mi chaqueta y con ayuda de su bolso la apoyé sobre la mesa, buscando el mejor ángulo posible para grabar su rostro.

—¿Esto es necesario? —cuestionó mirando a mi criatura metálica con desagrado.

—Pensé que no ibas a criticarme —le recordé, al parecer se olvidaba rápido de las cosas.

—Me lo estás haciendo difícil, Cooper —protestó ayudándome a acomodar la cámara, tuvimos que usar de soporte el servilletero metálico que estaba en el centro de la mesa—. Bien, ¿qué pasó? No tengo todo el día.

Pese a que quería disfrutar un poco más esto de tener el control, estaba que explotaba de la emoción por lo que había descubierto, así que simplemente solté mí vómito verbal sin pensarlo mucho:

Una investigación por BethWhere stories live. Discover now